Alcalde Rodolfo Carter insinúa campaña presidencial: “No podemos seguir gobernando con una papa en la boca”

Todo comenzó con la pregunta ¿Quién sería su candidato presidencial ideal? A lo que el alcalde de La Florida, Rodolfo Carter, afirmó: “Yo. No lo digo con falsa modestia ni exceso de orgullo, alguien como yo, para que no suene tan egocéntrico”.

De esa manera, el jefe comunal insinúo aspiraciones presidenciales para la próxima campaña. Lo hizo en entrevista con Vía X.

Ante la pregunta de por qué le gustaría ser Presidente de la República, Carter señaló que “Chile tiene que ser gobernado por alguien que sea de clase media, alguna vez, o al menos la centro derecha. No podemos seguir gobernando con una papa en la boca, entre puros amigos de los tres o cuatro colegios importantes”.

A ello, agregó que “es necesario un gallo que cache lo que es la cesantía, un gallo que haya visto llorar a sus papás porque tenían miedo a perder la pega, un gallo que haya vivido la dictadura y que sepa que ver militares en las calles no es un buena noticia (…) que se pregunte todos los días por qué estoy yo aquí y no más gente está aquí. Cómo les abro la cancha a la gente como uno”.

“Lo que me provoca angustia es que la mayoría de la gente de mi sector mira a la política como un laboratorio, como en un microscopio, están mirando a esta gentecita, se preguntan qué querrá la gente. Es más fácil vivir con ellos”. “La historia de los mismos dueños de Chile tiene que cambiar, o si no, no hay futuro”.

El edil de La Florida fue más allá y conformó parte de su equipo, “en el Segundo Piso me gustaría escuchar a Felipe Berríos, aunque no le haría caso en todo; probablemente a un intelectual de fuste como Arturo Fontaine, a Gonzalo Cordero y me gustaría llevarme a varios alcaldes a trabajar conmigo, Carlos Cuadrado, Gonzalo Durán, me gustaría que trabajaran en el Gobierno”.
Mientras que sobre el cambio de gabinete, Carter señaló que “el cambio más importante es el cambio del Presidente Piñera, él tiene que cambiar su forma de ver el país y su forma de relacionarse con los chilenos. El manejo del 18 de octubre fue insuficiente, no porque no hubiera de fondo hechos violentos, sino porque no fue capaz de entender que esa explosión social se dio en un contexto de muchísima gente”.