23 de noviembre 2024

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En cuanto a la economía externa, el Banco Central (BC) observa que «desde el IEF anterior, las condiciones financieras internacionales se han deteriorado en un contexto de alta incertidumbre».

A lo anterior se suma «La prolongación de la invasión de Rusia a Ucrania, y las cuarentenas masivas en China» las que «han acentuado las presiones inflacionarias» y han «llevado a las autoridades a acelerar su proceso de normalización monetaria. Todo esto ha reducido las perspectivas de crecimiento mundial».

En el ámbito local, los desequilibrios macroeconómicos acumulados durante el 2021, la incertidumbre política y la menor profundidad del mercado de capitales, especialmente en el largo plazo, no solo han limitado la capacidad de financiamiento de proyectos de mayor plazo, también han reducido las posibilidades de la economía para absorber shocks externos.

Hogares y firmas han continuado mostrando un buen comportamiento en el pago de sus deudas, aunque algunos sectores se encuentran más vulnerables al deterioro en las condiciones de financiamiento y en el caso de los primeros se agrega una disminución reciente de los salarios reales. La banca se muestra resiliente y con una adecuada posición de solvencia y liquidez.

Sergio Lehmann, Economista jefe del Banco BCI, observa que «Básicamente (el BC) plantea que a nivel de empresa se mantiene estable su situación financiera, eso por los apoyos que han estado recibiendo durante el 2021. Los bancos mantienen una alta solvencia, y que de hecho, se han ido fortaleciendo esas capacidades, atendiendo a que han reducido su exposición aquellos sectores más vulnerables y también entendiendo que se han ido adaptando a esta situación de ajuste macro. Es necesario continuar el retiro de los estimulo monetarios con el propósito de ir asegurando el control de la inflación».

En el detalle, de acuerdo al informe, el Producto Interno Bruto (PIB) nacional creció un 7,2% durante el primer trimestre comparado con el mismo período del año pasado, con un impulso de 13% de la demanda.

El BC especificó que las cifras con ajuste estacional dan cuenta de una desaceleración de 0,8% del PIB en el primer trimestre de 2022.  Los sectores que retrocedieron son la minería, la actividad agropecuario-silvícola y la pesca. Además, se percibe «una desaceleración de la demanda interna, liderada por la inversión en construcción y otras obras”.

El economista y académico de la Universidad de Santiago de Chile, Víctor Salas, plantea que este PIB «indica que el producto ya está comenzando a declinar. Con datos ajustados por estacionalidad, se observa la tendencia declinante de la actividad productiva en 0,8% para el primer trimestre de este año. Por eso, se espera que en el segundo semestre alcance el IMACEC y el producto en general sólo a una dimensión de entre 2% y 3% de crecimiento. Y para fines de años, un aumento del PIB de 1,5% de acuerdo a lo que también han reajustado en su proyecciones organismos nacionales e internacionales como el Fondo Monetario Internacional».

En este contexto, el Banco Central resalta la importancia de recomponer un fondo estable de ahorros de largo plazo, lo que favorece el financiamiento de proyectos de inversión y facilita la mitigación de turbulencias financieras externas.

Respeto a esta sugerencia, el ex ministro de economía y ex superintendente de pensiones, Alejandro Ferreiro, explica que «cuando se disminuye los ahorros locales de largo plazo, se pierde soberanía financiera y quedamos muy expuestos al flujo de capitales extranjeros que entran y salen. Esa es una debilidad que es consecuencia de los retiros de los fondos previsionales. Hemos perdido capacidad de ahorro a largo plazo. Somos más vulnerables. Contamos con menos recursos para financiar inversión en el largo plazo. Y mientras escasean esos recursos, aumentan las tasas de interés y eso también le ‘pega’ a la capacidad de crecimiento».