22 de noviembre 2024

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Este lunes (12), el ex ministro de Justicia, Carlos Maldonado, presentó su renuncia al partido Radical luego que el pasado 2 de septiembre la colectividad suspendiera su militancia por apoyar el Rechazo de cara al plebiscito de Salida.

Así, mediante una carta, Maldonado informó que «hoy he hecho efectiva, en el Servicio Electoral, mi renuncia al Partido Radical de Chile. No ha sido fácil dar este paso, pero lo he meditado detenidamente y he llegado a la conclusión de su necesidad, para seguir siendo consecuente con los principios que animan mi acción política».

Asimismo, el ex candidato presidencial agrega que «efectivamente, entre otras consideraciones, no soy partidario de esta permanencia acrítica, y sin incidencia real del partido, en un gobierno que, hasta ahora, ha mostrado una gestión deficiente, sin avances reales en el cumplimiento de su programa, y aún más lejos de responder a los principales y urgentes problemas que aquejan a la ciudadanía, en seguridad, economía, orden público, pensiones, salud, y educación, entre otros».

Acerca de la discusión dentro el partido Radical, Maldonado indicó que «por su trascendencia histórica, no me interpretó en absoluto, muy por el contrario, me violentó, el apoyo, insuficientemente debatido, y sin dejar espacio a la libertad de conciencia de los militantes que teníamos una convicción distinta, a un texto constitucional que afectaba principios que el radicalismo ha defendido durante toda su existencia».

«Destacados representantes del partido advirtieron clara y públicamente las graves falencias del texto, recibiendo desde la institucionalidad partidaria, en lugar de una serena reflexión, llamados al silencio, y la amenaza, pronto llevada a cabo, de abrir en su contra procedimientos disciplinarios, en el marco de los cuales se llegaron a adoptar medidas sancionatorias, anticipatorias de juicio, como fue de público conocimiento en mi caso», agrega, afirmando que «ese texto constitucional, oficialmente apoyado por la institucionalidad partidaria, mereció un abrumador rechazo de la ciudadanía, sin que se haya escuchado, hasta ahora, una seria autocritica al respecto».

«He sido radical toda mi vida. Admiro el legado de grandes figuras de nuestra historia, que tanto aportaron a Chile, y seguiré sirviendo a los principios del radicalismo. La libertad, la igualdad y la fraternidad han sido y serán mi norte. Y la profundización de la democracia, la expansión de las libertades, la justicia social, el progreso, como base material imprescindible para llevar bienestar a las grandes mayorías, así como la integridad y la unidad nacional, seguirán siendo los objetivos permanentes de mi acción política», señaló el excandidato presidencial.

La carta también plantea que «me alejo pues, del histórico partido, con dolor y esperanza. (…) Pero también parto con esperanza, la esperanza de servir más eficazmente a los mismos principios, ahora desde mi independencia, y con la expectativa de contribuir a la creación de un nuevo espacio político, que interprete de mejor manera, y ofrezca mejores respuestas, a una sociedad que tanto ha evolucionado y se ha complejizado en las últimas décadas, cuestión que tanto ha costado comprender y procesar a algunas estructuras partidarias tradicionales de la centroizquierda, mellando su capacidad de seguir siendo vanguardia responsable del avance político y social».

Por último, el ahora ex radical aseguró que «sin olvidar los dolores, las lecciones ni los logros del pasado, quienes compartimos una mirada progresista tenemos el deber de mirar hacia adelante, y actualizar diagnósticos y propuestas para los desafíos del presente y el futuro, Chile así lo merece».