24 de noviembre 2024

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La Coordinadora Arauco-Malleco (CAM) publicó una carta abierta, aunque dirigida principalmente tanto a personas mapuche y como a chilenos, pero además haciendo un llamado de atención a la opinión pública nacional e internacional.

«Según algunos supuestos intelectuales con bastante tribuna mediática, ahora tendríamos una especie de alianza táctica con la derecha chilena para ‘desestabilizar’ el plebiscito constitucional a favor de los sectores más  conservadores» abre la misiva.

«Resultan preocupantes las posturas de la supuesta intelectualidad progresista, mapuche y no mapuche, que a estas alturas demuestran miopía analítica y cierta desesperación política» destacan.

Además, señalan que si bien respetan el «despertar» que vino con la estallido social, «nunca confiamos en que la resolución del conflicto fuera mediante la administración neoliberal».

De acuerdo a lo señalado en la carta, «la propuesta de solución a través el concepto de «plurinacionalidad (…) resulta ser una medida vacía de fuerza territorial y con nula perspectiva de transformación, ya que más bien es un invento académico de una elite que busca espacios y cuotas de poder sin tomar en consideración la realidad de injusticias ni las necesidades reales de nuestro pueblo».

«Lo que pasa desapercibido a los ojos de algunos pseudointelectuales es que las condiciones del gran capital y del colonialismo que han operado para despojarnos de nuestro territorio se han profundizado en las últimas décadas».

Para la CAM, «nuestra lucha no afecta los intereses del Apruebo, y le decimos a aquellos que están ahí que el problema no es nuestro proyecto de liberación, sino la acumulación de fuerzas que el Apruebo no logró hacer para disputar el plebiscito».

En esa misma línea, declaran que «no cometan la torpeza de ubicarnos con el rechazo, pues esta opción encarna a los grandes capitalistas de Chile y ahí también están los intereses de la derecha económica y política de los usurpadores para quienes, como CAM, somos sus peores enemigos, tanto política, ideológica como militarmente. Y, a esta pseudo izquierda que se posiciona hoy en el gobierno, en la medida que se sigan alineando al empresariado, principalmente a las forestales, comprometidos en contra de la causa mapuche, los seguiremos confrontando y denunciando«.

En ese mismo sentido, explican que «la expansión forestal, la reconversión agropecuaria, el turismo de masas y la extracción de minerales son sólo algunas expresiones de un sistema que utiliza al Wallmapu como un laboratorio para resolver su crisis, profundizando aún más la devastación y depredación de nuestro territorio ancestral (…) un movimiento mapuche que resiste su expansión y le quita territorio para sus inversiones, lo cual impide su reproducción como modelo económico».

«Las numerosas extensiones del Estado de excepción responden a este fenómeno, es decir, ante la pérdida de hegemonía territorial del empresariado forestal y la incapacidad del Estado para detener al movimiento mapuche, más el fracaso de las políticas de compra – venta de tierras«.

«Son las recuperaciones territoriales la columna vertebral de nuestra estrategia, ya que en ellas podemos vivir con dignidad, sembrar, tener animales, hacer trawün, palin, nguillatün y fortalecer nuestro proyecto político sin afectar en lo más mínimo, y en esto somos enfáticos, al pueblo chileno empobrecido».

Además, la carta también responde a José Bengoa, historiador y ex rector de la Academia de Humanismo Cristiano, quien propuso una tregua entre la CAM y el Estado chileno, frente a lo que señalan que «su propuesta lo ubica en la típica posición del colonizador hablándole al colonizado, intentando mostrarnos el camino correcto en este escenario».

«¿Por qué deberíamos dar una tregua al pueblo chileno? Nuestra lucha jamás ha sido contra el pueblo chileno y ni siquiera contra un gobierno, sino contra los intereses de las clases que componen al Estado en su modalidad capitalista y colonial».

«Pero insistimos, no es nuestra responsabilidad llamar a votar apruebo o rechazo, ya que nunca fuimos parte de este proceso. Y no es porque no creamos, como nos acusan, es porque NO ES NUESTRO, no es parte de nuestra cultura ni de los principios, ni formas que nos legaron nuestros futakevje kuifi yem y eso ya la hemos dejado clara en varias oportunidades», cierra la carta.