19 de mayo 2024

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El ministro de la Vivienda y Urbanismo, Carlos Montes, en entrevista con Veritas Capitur abordó la crisis habitacional que vive el país junto con la creciente crisis en el sector de la construcción. Además, en su calidad de ex presidente de la Cámara de Diputadas y Diputados, se refirió respecto a la conflictuado acuerdo por la testera de la corporación.

Respecto a la crisis inmobiliaria y de la vivienda, hay definiciones, hay un plan a las demandas del país, pero ¿Qué es lo que se espera en el corto y mediano plazo?

Lo que ha hecho el Ministerio de la Vivienda, el año pasado, ya se mejoró los subsidios para compensar el incremento por inflación. Este año lo hemos vuelto a hacer.

Además estamos construyendo cosas más de largo plazo, como son los sistemas de abastecimiento de insumos, que no queden tan pendientes del ciclo coyuntural. De hecho, hoy día estamos importando cemento, madera impregnadas, que son cosas que Chile tiene capacidad de producir en cantidad y precios menores y con calidad.

¿Qué va a pasar con el sector de la construcción? En el caso del sector público estamos aumentando la inversión y, por lo tanto, vamos a tener más soluciones. Esperamos que sobre 100 mil vivienda se inicien en el año, que avancen además de las que vienen de arrastre.

Esperamos que no se genere una crisis internacional porque hay una amenaza tipo subprime que se está planteando en Estados Unidos que también podría pegarnos un coletazo.

¿Es la meta del gobierno que durante el año 2022 se puedan construir 100 mil vivienda o es la meta para el próximo?

Recibimos un ritmo de inicio de obras y construcción de viviendas que lo hemos mantenido y hemos tratado de completar, pero además hemos agregado nuevas viviendas y preparado nuevos proyectos que el próximo año, esperamos, se va a aumentar significativamente.

Aquí no ha bajado la producción de vivienda. En algunos casos, en un momento, fueron un poco más lento, pero hemos logrado encontrar solución.

A propósito de metas y expectativas. Hay reclamos de organizaciones y comité de vivienda por entregas de subsidios donde los montos no alcanzan ante el aumento de precios y no se han actualizado.

Los subsidios se han actualizado. Pero hay muchas familias a las que el subsidio no les alcanza ni para un arriendo ni para comprar una viviendo con el valor que hay en el mercado.

El problema aquí es que si aumenta el subsidio de arriendo, aumenta el costo de los arriendos, dado que la oferta también es restringida.

Estamos convencidos que aquí lo único que enfrenta este problema es aumentar la cantidad de viviendas existentes. Eso es lo fundamental. Y todo el plan de emergencia diversifica los caminos para llegar a la vivienda. Se están pensando algunos mecanismos para complementar el costo que tienen las viviendas para comprar o para arrendar. Esto es más fuerte en localidades pequeñas.

Es un problema internacional porque hay muchas especulación con la vivienda en este momento. Muchas instituciones comprando viviendas, comprando suelo. Se está especulando mucho con la el suelo y con la vivienda.

Usted ha sido presidente de la Cámara, ¿recuerda alguna ocasión donde el acuerdo de gobernabilidad de la corporación no se haya cumplido? 

No recuerdo que algo acordado formalmente se haya desconocido. Recuerdo sí, de una alianza que venía en un determinado compromiso, no sólo de mesa, sino que de otras cosas se puedan haber cambiado a otros compromisos políticos más general.

Pero una cosa de este tipo, un debate de este tipo, el país no lo entiende. Parece una pelea interna del Congreso. Ojalá que encuentren rápidamente una solución.

Lo que ocurre es que está inestable la correlación de fuerzas en la Cámara porque hay un grupo intermedio que va cambiando de un lado a otro y eso hace que no haya capacidad de darle estabilidad a las decisiones, a la orientación, y también a las mesas.

¿Se refiere al Partido de la Gente (PDG) o a la Democracia Cristiana como grupo intermedio?

No es sólo el PDG, que es prácticamente una corriente muy constituida. También hay problemas con algunos parlamentarios sueltos. En fin, hay otra gente que está en la misma situación.