16 de abril 2024

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A 50 años de la llegada de la Unidad Popular a La Moneda, el Archivo de Seguridad Nacional estadounidense desclasificó un documento que comprueba las órdenes del Gobierno de Richard Nixon (1969-1974) para derrocar al ex presidente Salvador Allende.

Peter Kornbluh, analista encargado de Chile en el Archivo, explicó que «estos documentos registran el propósito deliberado de los funcionarios estadounidenses de socavar la capacidad de gobernar de Allende y derribarlo para que no pudiera establecer un modelo exitoso y atractivo de cambio estructural que otros países podrían emular”, consignó El País.

El documento da cuenta de la mirada de Nixon y de Henry Kissinger, ex asesor de Seguridad Nacional, tras el triunfo de la UP:  “Si [Allende] puede demostrar que puede establecer una política marxista antiamericana, otros harán lo mismo”, afirmó el expresidente estadounidense de acuerdo al documento.

Tras la detención de Pinochet en Londres, el Gobierno estadounidense empezó a desclasificar documentos relativos al Golpe de Estado.

Los últimos documentos dan cuenta incluso de un frustrado golpe de Estado en 1970, que buscaba evitar que el presidente socialista asumiera el poder.

Kissinger logró retrasar en 24 horas una reunión contemplada para el 5 de noviembre de ese año en la Casa Blanca donde se abordaría la situación de Chile. Su objetivo, reunirse a solas con Nixon para convencerlo de la necesidad de una «estrategia hostil»: “Es esencial que deje muy claro cuál es su posición sobre este tema”.

El Consejo de Seguridad Nacional temía las repercusiones internacionales que habría si quedaba en evidencia la intervención estadounidense, por lo que abogó por la estrategia modus vivendi. Esto fue  apoyar a los partidos de derecha en Chile.

De acuerdo a un memorándum donde un funcionario del Gabinete del presidente justificaba el aplazamiento de un día de la reunión, para reunirse a solas con el presidente Kissinger advirtió que “Chile podría terminar siendo el peor fracaso de nuestra Administración: ‘nuestra Cuba’ en 1972”.

El encuentro se concretó y Kissinger  entregó un documento donde advertía que “El ejemplo de un exitoso Gobierno marxista electo en Chile seguramente tendría un impacto en –e incluso un valor precedente para–, otras partes del mundo, especialmente en Italia. La propagación imitativa de fenómenos similares en otros lugares a su vez afectaría significativamente el equilibrio mundial y nuestra propia posición en él”.

Tras ese encuentro privado, se reunió el Consejo de Seguridad Nacional, donde los asesores compartían el análisis negativo respecto a la situación, pero no así el camino para modificar el escenario.

“Si hay una forma de desbancar a Allende, mejor hazlo”, indicó Nixon al final del encuentro, según el manuscrito de Helms, que forma parte de los últimos documentos publicados.

De esta forma el presidente Nixon descartaba la estrategia modus vivendi y adoptaba un programa de agresión hostil, pero de bajo perfil: “Seremos muy fríos y muy correctos, pero haciendo cosas que serán un verdadero mensaje para Allende y otros”.

El 9 de noviembre, Kissinger distribuyó un memorándum secreto que detalla los métodos empleados para «maximizar las presiones sobre el Gobierno de Allende para evitar su consolidación».

Entre los métodos destacan el bloqueo económico a Chile, el reclutamiento de empresas de EEUU para que abandonen las inversiones en el país y la manipulación del valor del mercado internacional del cobre.