Michelle Cabrera se liberó de pagar más de $15 millones al Banco Estado debido a la deuda que mantenía por el Crédito con Aval del Estado (CAE), asegurando que este “no es un beneficio”. Hoy día dice sentir “alivio y felicidad” tras haber decidido buscar asesoramiento jurídico con Defensa Educativa y poner fin a una pesada mochila.
Según cuenta, ingresó a estudiar el 2016 a la Universidad Andrés Bello, y lo hizo tomando el CAE con Banco Estado, ya que optar al beneficio de la gratuidad no era una opción existente en dicha casa de estudios.
Cabrera, acompañada por su madre, firmó junto a sus compañeros y recuerda que «no fue como que yo iba a tener que pagar más, nada, solamente eran cosas buenas. Era un crédito que se iba a empezar a cobrar cuando uno ya salga, que todos los años vas a tener la posibilidad de optar a él, que no es como que me lo vayan a quitar por alguna razón. Sino que siempre fue como la mejor opción que tenías, y la única».
Lamentablemente, tras una serie de dificultades, tuvo que abandonar la carrera tras cuatro años. Fue entonces que se acercó hasta el Banco Estado para conocer el monto de la deuda por estudiar, donde sufrió un “shock” cuando le dijeron que la suma alcanzaba los $15.373.659.
“Yo fui a conocer cuál era mi deuda y ahí fue como mi primer impacto. En ese entonces iba como en 13 millones, y fue como ‘pucha que más voy a hacer, habrá que pagarlo’. Mi mamá quería pagarlo al tiro, todos sus ahorros que ellos tenían para comprarse una casa en el sur, la iba a poner toda para el CAE. Yo dije ‘no terminé ni la carrera, como va a sacrificar por mí toda esa plata’. Yo sola empecé a averiguar cuáles eran las demás opciones, y llegué a Defensa Educación», cuenta Michelle.
Asimismo, dice que se sintió angustiada y culpable por abandonar la carrera en el último periodo. «Me iban a cobrar dos años después, pero el monto subió, ya no eran casi $14 millones. A mí me llegó el monto total cuando vino el receptor judicial, me entregó un documento y ahí estaba el monto de más de $15 millones».
¿Cómo se liberó de la deuda?
«Como yo no quería que mis papás sacrificaran sus ahorros y pagaran mi deuda, yo solita empecé a averiguar”, dice Michelle, quien cuenta que una amiga de su madre le recomendó que buscara a Defensa Educación. A ellos, “les conté mi situación, que me había salido de la carrera hace poco, que ya había ido al banco a averiguar más o menos cuanto llevaba, llevaba como $13 millones, casi 14, y que es lo que podía hacer antes de que me empezaran a cobrar el CAE».
Lo primero fue una asesoría gratuita con el equipo jurídico de Defensa Educación, quienes luego detallaron los pasos a seguir en el procedimiento legal de su caso en particular.
En ese sentido, asegura que “fue una súper buena experiencia desde el inicio. Me atendió una ejecutiva super simpática, me dio toda la información, me dijo cuanto es lo que cobraban por el servicio y me explicó todo lo que podía pasar, los pro y los contra. Me puso en todas las situaciones, lo mejor y lo peor que podía pasar. En ese entonces, me dijo que lo peor que podía pasar era que no se pudiera prescribir la deuda, pero que después me iban a cobrar la mensualidad normal, no se iba a aumentar tampoco la deuda, y lo mejor era lograr la prescripción”.
Debido a que el banco dilató la demanda, el proceso tomó un poco más de lo esperado, sin embargo fue tan sólo poco más de un año desde que Michelle fue demandada hasta el final del caso.
Al momento de enterarse de que ya no mantenía la millonaria deuda, dice que sintió «alivio, mucho alivio, y felicidad. Al principio no entendía el correo, porque yo fui super insistente, preguntaba todo el rato para saber como va mi causa, y ahora entiendo que si no hay cambios por parte del demandante no puede haber muchas noticias. Cuando pasó fue como de la nada, ya todo lo que preguntaste está prescrito. Fue genial haber leído de que salió todo con éxito, de que el banco había dejado como de lado el proceso, porque había cobrado la Garantía Estatal”.
«Si a mí me funcionó, a ti también te puede funcionar”
Finalmente, Michelle asegura que con la asesoría de Defensa Educación logró liberarse de la deuda y aconseja tener presente que «estás confiando en algo que no depende de ti. Aparte de pagar, tienes que confiar, no puedes hacer mucho. No hay trámites que dependan de ti, o de algo que tú puedas hacer. Es para tener dudas, claro, pero si uno tiene el testimonio de personas que sí le funcionó, yo me arriesgo”.
«Obviamente, nunca volveré a tomar el CAE, ni recomendar este robo, porque no es un beneficio. Ahora estoy estudiando, pero con gratuidad», agrega.
Y concluye expresando que «hay que arriesgarse, hay que ser valiente. Hay que confiar en los profesionales. No hay que dudarlo, es la opción que se está presentando. Si tienes la posibilidad de pagarlo, hazlo, vale la pena 100%. La confiabilidad está, están los testimonios, la comunicación es super fluida con los clientes, entonces no hay por donde perderse».
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