2 de noviembre 2024

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La presidenta de la Federación Regionalista Verde Social (FRVS), Flavia Torrealba, fue la invitada al cuarto episodio de Experiencia Vitales en donde conversó, entre muchas otras cosas, sobre nuevos conceptos que surgen en la lucha por el cuidado del medio ambiente, como por ejemplo el «bioregionalismo».

Nacida en Petorca, profesora de Historia y Geografía con postgrado en Ciencias Políticas de la Universidad de Chile, hoy preside un partido político oficialista que cuenta con dos senadores y dos diputados en el Congreso Nacional y dentro los ejes, a través de los cuales busca impulsar cambios, se encuentra el concepto de bioregionalismo el cual es el fundamento teórico de su partido.

Flavia Torrealba comienza explicando que «entendemos la necesidad de avanzar radicalmente hacia la protección de los ecosistemas, porque el gran desafío político y estructural de las sociedades modernas, no sólo de Chile, es la crisis climática y la emergencia hídrica, en particular».

La FRVS tiene como base «la sensación de abuso de los territorios y de expoliación de las regiones y de una población, también, que está cabreada de ser parte de territorios de sacrificios medioambientales. Esa es la primera cuestión que vertebra nuestro partido».

En ese sentido, sobre su lugar de origen, Petorca, comenta «vengo de una familia muy popular, con una madre costurera, donde en estas comunidades pequeños uno tiende a idealizar el pasado (…) era el pueblo quien cuidaba a todos los niños, pero cuando observo a Petorca y la evolución que tuvo en estos años, es una relación dramática».

La timonel recuerda que «cuando comenzaron a aparecer los palteros y la agroindustria, donde estaba también todo el sistema político volcado a levantar a Chile como potencia agroalimentaria, es cuando comenzaron a haber los primeros problemas de agua. Empezaron a morir las huertas, la gente comenzó a deshacerse de sus pequeñas actividades agrícolas. Se perdió todo porque se acumuló el recurso de agua».

Consultada respecto a su aproximación respecto al slogan «no es sequía, es saqueo» responde que «soy testigo que eso no es una exageración del argumento». En ese sentido señala que el partido está apostando desde hace tiempo por un proyecto de ley para la administración regional por cuenca.

Además, sobre la mirada crítica que existe de los empresarios en la zonas, señala que «no es que los palteros sean unos malignos, pero se acostumbraron a acumular en base a unos privilegios que fueron impuestos a sangre y fuego durante la dictadura militar y se instaló un modelo económico que, es como los pinos, no permitiendo que crezca nada a su sombra».

Flavia Torrealba está casada con el diputado Jaime Mulet, quien milita en el mismo partido. Una relación expuesta a muchas otras cosas, entre ellas, ser considerada como la ‘esposa de’. Sobre, respondió que «la evaluación externa no me importa demasiado».

«Trato de ser muy fiel a mis convicciones. Soy feminista desde la Universidad, que entré cuando tenía 16 años (…) lo que sí me ha molestado, ha sido pasar a la primera línea. Soy más bien una persona retraída que está siempre produciendo conocimiento. Estudiando cosas. Colaborando con equipos. Y pasar a los 55 años a la primera línea es un agobio», sostuvo.

La timonel regionalista confiesa que se dedica a la orfebrería. «Tengo un pequeños taller», señala y agrega que «la orfebrería te permite trabajar en una mesa y un espacio reducido. Entré cuando murió mi madre, que es una cuestión que aún no supero, hace como cinco años y medios. Entonces necesité estar en una espacio privado y encontré la orfebrería. Siempre había estado siguiendo los pasos de ella, a través de las cuestiones de tipo manual. También me permitió abstraerme de este dolor y encontrar un mundo maravilloso donde se relaciona el arte y el oficio. El salvar oficio y el recobrarlos también tiene un sentido político».

Fu o Fa

Torrealba revela que cree en Dios, aunque se considera a sí misma como una «católica observante». Pese a que se encuentra de un lado político donde las religiones y sus actores parecen lejanos, comenta que «es tan difícil convivir con un entorno hostil para la fe como para un entorno político donde vamos por autonomías regionales y el resto de los partidos quieren concentrar en Santiago. Entonces, todos mis desafíos, todas mis conversaciones políticas son muy complejas. Todas. Sin embargo, es ahí donde tú te sostienes en las convicciones, en los principios».

Así mismo, reconoce que si pudiera cambiar algo de ella, «como diría una teleserie venezolana, soy una igualada (…) siempre he cuestionado la autoridad. Nunca me ha adaptado a la autoridad vertical. Yo válido la autoridad colaborativa».

Además, confiesa que si pudiera ir a cenar con un personaje histórico «como tengo problemas con la autoridad, iría con Diego Portales».

Si pudiera ir al pasado o al futuro ¿Dónde iría? 0″Al pasado, me gustaría estar un ratito con mi mamá. Y la futuro, me gustaría estar en ese momento en que estás con tu familia y no hay nada que decir. Es puro goce».

Petorca, en una palabra. «Amor y dolor».

Borrón y cuenta nueva

Flavia Torrealba, timonel del FRVS, dice que no se lamenta de no haber sido electa en el pasado proceso constituyente. Su partido entró de igual forma y hubo un momento en que marcaron la pauta ¿Qué hizo cuando se enteró que uno de los suyos no pudo votar porque se encontraba en la ducha?

«Lo acogí con mucho cariño. Ese día tuvimos dos episodios muy delicados. Roberto Celedón terminó en el hospital porque esta gente estaba trabajando hasta las 4 o 5 de la mañana. De hecho, el episodio de la ducha tiene que ver con eso», explicó.

En ese sentido, detalló que «a veces terminaban a las de 6 la mañana y a las 9 ya estaban funcionados las comisiones o los plenos. Entonces, cuando pasa esta situación, que ya nos había alarmado con la situación de salud de Roberto, desde la humanidad entendí qué era lo que estaban viviendo».

«Había gente que perdió sus familias. Y el sacrificio personal que hicieron los convencionales fue gigantesco. Entonces, nunca le voy a faltar el respeto a un constituyente», afirmó.

¿Y en el caso de Rojas Vade?. «Si él hubiera transparentado su situación al inicio, habría sido otro el resultado. El tema fue la simulación y el herir la sensibilidad también de tanta gente y la traición de la fe pública. Naturalmente que tiene una categoría distinta, pero yo no me sumaré nunca al enjuiciamiento y a la crucifixión pública de nadie».

No obstante, señala que «me escandalizan otras cosas. Por ejemplo, gente muy correcta perfectamente vestida, que estaba boicoteando todo el esfuerzo que se estaba haciendo en la convención».

Pura Política

La presidenta de la FRVS cree que cambiar la actual Constitución es clave para el futuro del país y comenta que «cuando ves el drama el agua en todo Chile, empiezas a buscar el origen de todos los males y llegas a la Constitución del 80 y llegas al modelo económico que genera una anomalía en el mundo. Sólo en Chile el agua es un bien que tu adquieres de manera gratuita, pero que te genera derechos y tú lo puedes transar y está monetarizada. Se privatizó. El único lugar del mundo donde pasa eso».

«Cuando llegábamos al origen y a la necesidad de volver al Código de Aguas de Frei Montalva, donde se asociaba la disponibilidad del recurso al uso y sino había que liberarlo, tú te encontrabas con los grupos de poder y este partido transversal que sitió a la política chilena. No nos podemos hacer los lesos y las lesas, pese a que ahora estamos asociados con algunos partidos. Pero no podemos ignorar que hubo un manejo político también de personeros de la Concertación», explicó.

En ese sentido, al momento de discutir los derechos de agua, apuesta por «lo más fácil es proteger la pequeña agricultura familiar».

«No hablo de izquierda y derecha. Hablo de conservadores y progresistas», señala para entender que hay grupos de interés en ambos lados de la política que buscan el beneficio individual.

¿Por qué ganó el Rechazo? «El error de nuestro sector fue suponer que el ser humano tiene un único elemento que lo motiva, que es el aspecto económico». Sin embargo, reconoce que «La derecha entendió mucho mejor el planteamiento que había que hacer porque respetó al ser humano en su integralidad».

A lo anterior, añade el concepto de igualdad que se distorsionaba con la idea de diferentes sistema judiciales o de reconocerse como plurinacional. «Si tú instalas las norma que no somos iguales, no tienes contra qué luchar. Hay un anhelo», concluye.