4 de mayo 2024

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En el marco de la conmoción internacional que ha generado la muerte del joven estadounidense, Drayke Hardman (12), quien según sus padres, habría sido víctima de bullying durante un año por parte de un compañero de escuela, se abre nuevamente el debate respecto al acoso que viven niños, niñas y adolescentes en su entorno cercano, pero también a través de las redes sociales.

La familia Hardman realizó un llamado a los padres alrededor del mundo para que estén atentos a las señales clarificadoras de intimidación en la vida de sus hijos, para prevenir, intervenir y evitar que hechos trágicos como este sigan ocurriendo.

Veritas Capitur consultó a expertos sobre la situación, a veces desconocida, que vive la infancia de nuestro país, a lo cual la psicóloga magíster en Pedagogía Terapéutica, Marisol Sagredo, señaló que «en la mayoría de estos casos, tanto víctima como victimario, los papás no tienen una comunicación tan clara con sus hijos; el victimario no se expresa de manera sana, por lo tanto los padres tienen otra idea de su hijo y no saben hasta dónde puede llegar su nivel de agresión. Por otra parte, la víctima, que lo está pasando mal, no se expresa de la mejor manera posible y los papás tampoco se dan cuenta de que a su hijo le está pasando algo».

Otra arista importante dentro de lo que es el acoso escolar, tiene que ver con el panorama que se dio con el comienzo de la pandemia, ya que las cuarentenas y el aumento del uso del internet y las redes sociales, facilitaron y propiciaron un escenario en donde el acoso en los colegios ya no se daba directamente, sino que de forma anónima.

Los casos de acoso escolar han aumentado considerablemente en Chile desde el inicio de la pandemia, ya que según indicó a Veritas Capitur, el Director del Laboratorio de Criminalística LICRIM, Vladimir Cavarrubias, «esto tuvo un incremento de por lo menos 300 veces más, es una cosa que crece mucho, porque ahora existe lo que es llamado el «anonimato cibernético», donde ya no tengo que estar en frente de la persona para insultarla, agredirla o amenazarla, hoy día lo hago a través de Whatsapp, Instagram, Telegram, Facebook, aprovechando las redes sociales y creando cuentas falsas».

Una mirada interna al acoso escolar en Chile

Katy Summer, quien fue víctima de un cruel acoso cibernético por parte de sus pares, miembros de una comunidad escolar, fue acosada a través de un ataque anónimo en un grupo cerrado de Facebook, con más de 150 testigos, todos miembros de su promoción y conocidos para ella, llevándola al suicidio en 2018.

A raíz de esta trágica experiencia, sus padres, Emanuel Pacheco y Leli Zamorano, decidieron crear la Fundación “Katy Summer”, la cual actualmente trabaja en las comunidades escolares, buscando abordar y prevenir el acoso escolar y el suicidio adolescente en nuestro país.

De manera exclusiva para Veritas Capitur, Emanuel Pacheco detalló que “el suicidio juvenil es la suma de tres factores, sentir que nada va a cambiar en el futuro, te sientes una carga para la familia y la sociedad, y te sientes completamente solo, y ocurre lo mismo que sintió Katy y lo que sintió Drayke, sin embargo, la única manera de enfrentarlo es levantar la mano y pedir ayuda”.

Por su parte, la madre de la fallecida joven, Leli Zamorano, añadió que “a nosotros nos costó una hija que en Chile se hablara de suicidio. Esa es la verdad. Antes no era un tema y nos tocó golpear puertas para que el Ministerio de Salud sacara la Guía de Prevención de Suicidio, y nos tocó repartirla nosotros por Chile, en las comunidades escolares que nos llamaron para hacer charlas”.

Según cifras que entrega el sitio web de la fundación, el 44% de los jóvenes ciberacosados en Chile muestra señales de trastornos depresivos, mientras que la tasa de suicidio adolescente en el país es de tres jóvenes que pierden su vida por semana.