26 de abril 2024

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Hoy el proyecto de cuarto retiro pasó su primera barrera al ser aprobado en la Comisión de Constitución, pese a las advertencias del ámbito económico sobre las consecuencias que vendrían con un nuevo retiro. Las repercusiones que tendría la aprobación de la iniciativa no se verían solo en las pensiones futuras, sino en toda la economía al corto plazo.

Al anuncio de la Asociación de AFP de Chile en el que se indica que con un nuevo retiro las mujeres de 45 años con bajos ingresos imponibles y que presenten lagunas laborales, podrían perder hasta el 77% de sus pensiones y que los hombres tendrían pérdidas de cerca de 72% se suma el aumento de la inflación y de las tasas de interés.

Lo cierto es que los retiros han contribuido a aumentar el nivel de liquidez en la economía chilena, es decir, el nivel de dinero circulante. Al haber más dinero, aumenta la capacidad de consumo de los chilenos, lo que culmina en un aumento de la demanda por sobre la oferta, situación que naturalmente lleva a un aumento en los precios, es decir, la inflación.

Es esto lo que se ha dado en los últimos meses, donde el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de julio aumentó en 0,8%, sumando 4,5% de inflación en lo que va del año, cifra no menor que ha incidido en el aumento de los costos del transporte, alimentos y bebidas no alcohólica principalmente.

El aumento en el costo de la vida perjudica a quienes cuentan con menos recursos, pues como es sabido, se ven obligados a distribuir de forma estratégica los montos, en un contexto donde los sueldos son los mismos, pero los costos aumentan.

A los perjuicios de la inflación se suma la consecuencia de esta, que es un aumento en la tasa de interés. El Banco Central busca mantener la inflación dentro de determinados parámetros, y la herramienta para controlarla es contener la economía mediante un aumento en la Tasa de Política Monetaria, es decir, la tasa de interés.

De este modo, las tasas que los bancos cobran a personas por los créditos de consumo e hipotecarios aumentan. Además de esto, el economista y académico Usach, Victor Salas indica que un aumento en la tasa de interés influye directamente en la generación de puestos de empleo:

«Todo lo cual se traducirá en la contención de la reactivación y peor aún, afectará la creación de nuevos puestos de trabajo que recién ha estado despegando, a pesar de que tenemos una tasa de desempleo del 8,9%, que es alta, todavía estamos con alrededor de 1 millón de desocupados, que debe ser la principal preocupación económica del país»