24 de noviembre 2024

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A partir de la próxima semana Inglaterra eliminará todas las restricciones vigentes contra el covid-19, incluida la obligación de que los contagiados con la enfermedad se aíslen, dentro de un plan de «vivir con el Covid».

Downing Street, la oficina del primer ministro británico, adelantó este anuncio que el propio jefe del Gobierno, Boris Johnson, formalizará la semana que viene, en una estrategia que ha sido criticada desde muchas voces de la comunidad científica por el riesgo de que dispare la transmisión del virus.

A través de un comunicado el Gobierno británico señaló que, gracias a la mayor comprensión del virus y a la exitosa campaña de vacunación, Inglaterra «puede pasar ahora de la intervención gubernamental a la responsabilidad individual».

«El Covid no desaparecerá repentinamente y necesitamos aprender a vivir con este virus y seguir protegiéndonos sin restringir nuestras libertades», dijo Johnson, según el documento oficial.

A juicio del primer ministro, su país «ha erigido protecciones fuertes contra este virus en los últimos dos años a través de la vacunación, los test, los tratamientos y la mejor comprensión científica del virus». De esa manera, gracias a la cantidad de gente que ha recibido la vacuna, sostuvo que «estamos en posición de presentar nuestro plan para convivir con el covid esta semana».

Según los datos oficiales, casi 53 millones de personas (el 91% de la población) han recibido una dosis de la vacuna; 49 millones (85%) dos; y 38 millones ya tienen el pinchazo de refuerzo. Se mantendrá la vigilancia y la capacidad de testeo

La autoridad británica adelantó que los sistemas de vigilancia y las medidas de contingencia se mantendrán para ser usadas si se necesitan, así como una amplia capacidad de test o de programas de vacunación para responder a nuevas variante, recordando además el «significativo peaje» que se han cobrado las restricciones como los confinamientos en los últimos dos años, que han tenido consecuencias sobre la educación de los más pequeños o la salud mental de la población. «La responsabilidad pública y la conciencia sobre las pautas de sanidad pública deberían permanecer, como sucede con todas las enfermedades infecciosas, como la gripe», concluyó la nota.