Cerca de un 30% de los proyectos aprobados y financiados por el Estado durante los últimos 4 años no han sido adjudicados ni ejecutados, de acuerdo a un estudio realizado por el director de la Escuela de Ingeniería Civil en Obras Civiles de la Universidad de Talca, Armando Durán.
De acuerdo a la investigación, existen regiones del país en que el porcentaje de obras sin adjudicación es cercano al 40% del total de las iniciativas para ese territorio. Solo durante el primer semestre de este año, el 30% de las licitaciones en el área de la construcción a nivel nacional se declaró desierta, sin ofertas o postulaciones de adjudicación, marcando un récord, y transformándose en el periodo donde se registró la mayor cantidad de situaciones de este tipo en la última década.
Según el profesor Durán, las razones que llevan a las empresas a mostrar esa falta de interés por adjudicarse iniciativas de construcción públicas, se debe a que, “la mayoría de estas licitaciones se proyectaron con los precios que habían antes de la pandemia, y los organismos púbicos no han actualizado esos valores”.
El experto de la UTalca proyectó que, para el resto de 2022, «se esperaría que estas cifras aumenten debido a varios factores internos, como por ejemplo, la inflación en marcha, alzas en los precios de los materiales y las trabas crediticias que enfrentan las empresas constructoras».
Por otra parte, el profesor explicó que las instituciones públicas que llaman a licitación tampoco pueden reajustar los valores, aunque quieran. «Cada institución cuenta con un presupuesto anual fijo que debe ejecutarse, y los aumentos o reajustes están fuera de sus posibilidades», explicó.
Datos
La investigación indagó sobre las licitaciones de proyectos de construcción de financiamiento estatal, existentes entre el 2019 y el primer semestre de 2022. Según sus resultados, las licitaciones sin ofertas para la construcción de proyectos aumentaron notablemente desde el 2020 en adelante, de manera incremental. Las más afectadas con dicha problemática son las Municipalidades. La investigación detalló que el 85% de sus proyectos no lograron licitarse ni adjudicarse a empresas constructoras interesadas. «Lo alarmante es que cada iniciativa que no se ejecuta va en contra del crecimiento de cada comuna», precisó el especialista.
En términos comparativos, entre el 2021 y el 2022, el estudio registró que algunas regiones como Coquimbo, Metropolitana, Maule, Ñuble, Los Ríos y Magallanes aumentaron en más del 100% el número de licitaciones desiertas entre un año y otro.
«Existe preocupación en los gobiernos regionales, porque no se han gastado los recursos que iban para financiar iniciativas conocidas y esperadas por la ciudadanía», lamentó el académico.
A nivel nacional, del total de proyectos de construcción licitados entre los meses de enero a junio 2021, más de 1.500 se encontraron sin ofertas y sin adjudicación, representando el casi el 30% del total.
Durán manifestó que «la solución para las licitaciones estatales desiertas pasa por flexibilizar las condiciones para el mundo privado, junto con aumentar los estímulos financieros. Considerar, por ejemplo, el aumento de los precios de los materiales y los gastos, como las boletas de garantía y los seguros involucrados, entre otras variables. La idea es que el Estado no omita ningún gasto, ni estructural ni eventual, en el presupuesto destinado a cada obra», proyectó.
La metodología utilizada por el profesor consideró un cruce de información entre los años, las regiones, el número de licitaciones y los montos sin adjudicación hasta el momento.
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