23 de noviembre 2024

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Tras los dichos del director de Fonasa, Camilo Cid, quien consultado sobre las Isapres planteó que «la idea es que desaparezcan del mapa de la seguridad social», y de la ministra de Salud, Begoña Yarza, que a su vez aludió conversaciones sostenidas con el gremio, la Asociación de Isapres respondió a través de un comunicado.

«Creemos que el énfasis no debe estar puesto en desmantelar el sistema privado, sino en lograr que todas las personas tengan acceso a tratamientos y prestaciones de manera oportuna. Sin embargo, lo que hemos visto hasta ahora son acciones tendientes a eliminar a las Isapres, en lugar de dar respuestas concretas a la demanda de la ciudadanía, que quiere soluciones a sus problemas de salud. Lo que uno esperaría es que, si se va a poner fin a algo en materia de salud, que sea a las listas de espera, a los problemas de falta de médicos, de eficiencia, insumos o infraestructura, que afectan diariamente a los chilenos».

Mediante el escrito, las Isapres reiteran que enfrentan una situación crítica y se sostienen únicamente por el aporte que hacen los grupos controladores.

«La situación deficitaria que resulta de esta inviabilidad administrativa no puede ser corregida de manera autónoma por las Isapres. Por ello se ha recurrido a la ministra de Salud, Begoña Yarza, para exponerle con claridad las complejas cifras del sector y los difíciles escenarios que se aproximan».

En esta misma línea, manifiestan que no han podido reunirse con la autoridad, recibiendo aplazamientos en las reuniones solicitadas. «La Asociación de Isapres solicitó una reunión el pasado 7 de junio, cita que, tras haberse aplazado en tres ocasiones, recién tendrá lugar el próximo 18 de agosto».

Desde el gremio, advierten que «es necesario que se atienda la situación de los tres millones de afiliados que arriesgan a corto plazo perder su cobertura de salud, causando un traspaso masivo de personas al Fonasa, justo cuando hay más de dos millones de personas en lista de espera».

Según señalan, medio millón de las personas que están en Isapres tienen diagnósticos de alto riesgo, oncológicos, crónicos o son pacientes de edad avanzada.

Por lo anterior, afirman que «al igual que en el resto de los cotizantes que voluntariamente suscriben al sistema, como a sus familias e hijos, las declaraciones que anuncian un término del sistema generan profunda preocupación».

Por último, señalan que «el país está preparado para discutir una reforma de salud, pero no para que las Isapres cierren de golpe».

«si bien hay consenso en el diagnóstico de los problemas que afectan al sistema y sobre la necesidad de abordarlos, es necesario que los cambios sean paulatinos y no gatillados por una crisis que tenga como punto de partida el término forzoso y abrupto del sistema Isapre», concluyen.