23 de abril 2024

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El Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh) hizo público el relato de Francisco Aranda, joven de 29 años quien el pasado 5 de junio fue secuestrado y torturado por un grupo de neonazis, al interior de una casa okupa que todos compartían en Estación Central.

Los hechos se conocieron durante esta semana, luego que la Policía de Investigaciones detuviera a los agresores: dos hombres, una mujer y un menor de 16 años, los que transmitieron lo ocurrido a través de facebook. Todos fueron formalizados este miércoles por los delitos de secuestro y lesiones graves.

Aranda contó al Movilh que «desde pequeño me junté en el Eurocentro, el cual era punto base de junta para tribus urbanas a las cuales yo pertenecí. Ahí conocí a estos «neonazis» cuando eran supuestos punks, dark».

“Últimamente (en la casa okupa) veníamos teniendo problemas de convivencia por diversas razones, nunca una en en especifico; alcohol, drogas hacían que la convivencia fuese cada vez peor y de a poco violenta”, señaló, añadiendo que «llegó el día donde empecé a retirar mis cosas de ahí porque ya no me sentía cómodo. Fui a sacar un bolso con mi ropa y a buscar unas agujas para tatuar”.

Llegó un momento en que asumí realmente que me iban a matar. Ya no di más y solo me entregue a lo que venia

«Me hicieron una encerrona. Me amarraron a un palo. Me pegaron con fierros, palos, me tiraban agua constantemente, mientras el hijo de la Betzy (una de las detenidas) me grababa y aprovechaba de golpearme”, consignó.

En su relato, Aranda cuenta que «sus golpes iban acompañados de insultos homofóbicos. Me grabaron, me sacaron fotos, se dieron el tiempo de sacarse selfies conmigo semi inconsciente. Me dieron golpes de corriente, incluso”.

“Comparto esto ahora para que se haga público y tengan cuidado con estos sujetos, porque lamentablemente esto seguirá pasando si no cambiamos como sociedad”, dijo.

Tras su relato, el Movilh determinó que presentará una querella en contra de los detenidos.