29 de marzo 2024

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En la madrugada de este lunes, el ejército birmano se tomó el poder mediante un golpe de Estado, detuvo a la presidenta electa Aung San Suu Kyi, a los líderes del partido oficialista Liga Nacional para la Democracia (LND) y decretó estado de emergencia por un año.

Cuestionando las elecciones legislativas de Birmania realizadas en noviembre, ganadas mayoritariamente por LND, los militares validaron el golpe como una manera de subsanar las »enormes irregularidades» del proceso electoral.

A través de un comunicado en Facebook, los militares aseguraron que su acción busca mantener la »estabilidad» del país y prometieron celebrar elecciones »libres y justas» luego del término del estado de emergencia.

Según informa Agence France-Presse (AFP), la presidenta electa, el presidente Win Myint y otros líderes de LND fueron detenidos en Naypyidaw, la capital de Birmania, a horas de que el Parlamento iniciara su primera sesión luego de las elecciones.

En la noche del lunes, y a través de la televisión estatal, el ejército birmano anunció la destitución de 24 ministros y once nombramientos, incluyendo al exministro de Relaciones Exteriores Wunna Maung Lwin, parte del Gobierno durante el mandato del ex general Thein Sein.

A través de una carta publicada por LND en Facebook, Aung San Suu Kyi emplazó a la población a «no aceptar el golpe de Estado» y aseguró que el ejército busca «volver a sumir al país bajo la dictadura militar».

Tras el golpe de Estado, países como Estados Unidos, Reino Unido o la Unión Europea rechazaron la acción de los militares birmanos.

Además, el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Antonio Guterres, condenó la detención de Aung San Suu Kyi e indicó que «estos hechos asestan un duro golpe a las reformas democráticas en Birmania».