Las familias Piñera y Délano eran originalmente los mayores accionistas del proyecto minero portuario Dominga (Región de Coquimbo), fuertemente cuestionado por el irreparable daño medioambiental que provocaría a la zona, con un 56% de la propiedad, pero, en 2010, el amigo íntimo del primer mandatario, compró la participación de los otros socios en US$ 152 millones, una transacción se llevó a cabo en el paraíso fiscal de las Islas Vírgenes Británica.
Según explicó Ciper Chile y LaBot, el contrato entre las partes establecía un pago en tres cuotas. La última dependía de que no hubiera cambios regulatorios que obstaculizaran la instalación de la mina y su puerto. El detalle es que dichos cambios estaban sujetas a las decisiones del gobierno de Sebastián Piñera.
Dicha información fue revelada por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, por su nombre en inglés), entre los más de 11,9 millones de documentos de Pandora Papers.
Así, los documentos detallan que el 4 de octubre de 2010, Minería Activa Uno Spa, cuyo principal accionista era la familia Piñera-Morel, llegó a un acuerdo para vender la estructura societaria detrás de Minera Dominga a Inmobiliaria Duero (familia Délano) y firmó un contrato donde se establecieron las condiciones.
El monto de la venta fue casi 10 veces superior: US$138 millones pagaderos en tres cuotas. Sumando la venta en Chile y la que tuvo lugar en BVI, los Délano pagaron a los Piñera Morel y otros, US$152 millones por Dominga.
Esas condiciones pueden parecer normales en un contrato de este tipo, pero este no era un contrato normal: el cambio en las condiciones que se detallaban en el documento dependía casi exclusivamente de la voluntad del Presidente de la República, Sebastián Piñera. «El conflicto de interés era enorme y permaneció oculto hasta hoy», se lee en la pieza periodísitica.
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