23 de noviembre 2024

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Pedro Castillo, un profesor de escuela rural que salió del anonimato hace cuatro años como líder de una huelga del magisterio, tomará el mando este miércoles como presidente de Perú, el primero sin parentesco con la élite política, económica o cultural.

«No más pobres en un país rico», repitió como mantra durante toda la campaña el candidato de Perú Libre, partido minoritario que se define como marxista-leninista y que superó por estrecho margen a Keiko Fujimori, hija del ex presidente preso Alberto Fujimori (1990-2000), al conquistar con mensajes simples el sentimiento de indignación de millones de peruanos.

Castillo nació en Puña, poblado del distrito de Chota, región de Cajamarca, donde es profesor en una escuela rural hace 24 años. Es el tercero de nueve hermanos y sus padres son campesinos analfabetos. A sus 51 años, él es «el primer presidente pobre de Perú», como afirmó a AFP el analista Hugo Otero.

Casado con Lilia Paredes, Castillo tiene tres hijos, uno de ellos adoptado. Su mujer es evangélica, pero él es católico. Su mezcla de moral conservadora y reivindicaciones sociales por cambios se adaptó bien en un país donde la religión acostumbra a ser un factor electoral.

Castillo acostumbra a citar pasajes bíblicos cuando apela a su moral conservadora para justificar su rechazo al aborto, al matrimonio entre personas del mismo sexo y la eutanasia. «Estamos orgullosos por mi hermano que ha llegado tan lejos siendo un hombre humilde»; dijo a la AFP Amelia, de 34 años, hermana del presidente electo.

La propuesta electoral de Perú Libre se basa en tres pilares: salud, educación, y agricultura, sectores prioritarios para promover el desarrollo nacional, según Castillo. También planea convocar una Asamblea Constiuyente para redactar una nueva Constitución en seis meses para reemplazar la actual, que favorece la economía de libre mercado. La Constitución de 1993 es un legado del gobierno populista de derecha de Alberto Fujimori (1990-2000) padre de Keiko.

También prometió expulsar a los extranjeros que cometan crímenes, en alusión tácita a los migrantes venezolanos que llegaron desde 2017. Perú Libre es uno de los pocos partidos peruanos de izquierda que defienden el régimen del presidente venezolano Nicolás Maduro.