29 de marzo 2024

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La Superintendencia de Electricidad y Combustible (SEC) multó con $189 millones a la empresa Lipigas por retener en sus bodegas los cilindros de una pequeña comercializadora de gas de la ciudad de Talca.

De acuerdo a las normas establecidas, si una empresa recibe balones de otra compañía está obligada a notificar al dueño de los envases para que los retire. En este caso, Lipigas habría guardado cilindros de HN, una pequeña comercializadora de gas licuado de la región del Maule. Esta PYME tiene cerca de 20 mil balones, pero tan sólo cuenta con 6 mil de ellos en circulación. Esto se debería a que muchos de éstos podrían estar en las bodegas de los gigantes del rubro, transformándose en el mayor obstáculo para que esta PYME y otras puedan entrar al negocio.

Un problema similar al de HN le ocurrió a la empresa Uligas en Iquique, a comienzos de los 2000. En ese entonces, Lipigas envió 140 envases de Uligas a Antofagasta, obligando a la compañía local a retirar los cilindros a unos 400 kilómetros de sus bodegas.

El Superintendente de Electricidad y Combustibles, Luis Ávila, explicó que «El no entregar la información hace más caro el proceso de envasar, porque obliga a quienes son los propietarios a disponer de un mayor nivel de envases para desarrollar su actividad (…). Pero, si adicionalmente se retarda la capacidad de recuperarlos, entonces lo que hay es una afectación directa al capital de trabajo que se requiere. Y, por lo tanto, un aumento en el costo de desarrollar la actividad. Y eso, finalmente, podría tener un impacto en el precio al cliente, para resarcirse respecto de ese aumento del costo». Y agregó que que se estudian cambios en las normas, porque, según dijo, no contar con un proceso de intercambio adecuado de cilindros, puede acabar con una empresa.

La multa de $189 millones, de acuerdo al economista Cristián Troncoso del Instituto de Política Económicas de la Universidad Andrés Bello, pretende evitar estas prácticas anti éticas y contra las normas. «La razón de la multa es tener un efecto disuasivo (…) Si el monto es lo suficientemente alto, eso depende, en gran parte, de cuál sea el perjuicio (…) Y entre otras cosas tenemos que saber si es una práctica que lleva tiempo, cuál es el impacto final en los costos y por tanto en el precio. Es difícil de determinar si el monto, como tal, cumple o no la función de disuadir este tipo de conductas», afirmó Troncoso.

Lo que hace la pyme HN es, desde hace al menos 5 años, lo que pretenden un grupo de municipalidades para vender gas licuado más barato. Su participación en el mercado es marginal en comparación con los gigantes del rubro, pero logra ofrecer un precio más bajo tal como pretenden los alcaldes. Según informó la propia empresa HN, en noviembre pasado su balón de 15 kilos llegó a estar casi $8 mil más barato que el de Abastible. Por lo que estas prácticas de las grandes empresas afectan directamente al bolsillo de los chilenos.

El Diputado Raul Soto, jefe de la bancada PPD, criticó la falta de regulación y competencia real en el mercado del gas licuado y señaló la necesidad de intervenirlo a la brevedad para que este tipo de situaciones no sigan ocurriendo. «Es necesario controlar los precios, atacar la colusión y beneficiar a los consumidores con un gas que sea a precio justo» sostuvo el diputado.