22 de noviembre 2024

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Según el Índice que elabora mensualmente el Departamento de Estudios de la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo de Chile (CNC), las ventas presenciales minoristas de la Región Metropolitana marcaron en septiembre una fuerte caída de 23,9% real anual, en línea con el resultado de agosto y cerrando así los nueve meses del año con una caída de 2,0%. Por su parte, el tercer trimestre del año evidencia una caída real anual de 21,6%.

Si bien el negativo resultado responde a temas de base de comparación, también está detrás la desaceleración del consumo, ya que las ventas de septiembre marcan una baja de 6,8% frente a agosto y una caída de 9% al comparar con septiembre de 2019 (prepandemia).

Respecto a las distintas categorías de ventas presenciales en la Región Metropolitana que mide este indicador, todas evidencian fuertes bajas anuales de dos dígitos en el noveno mes del año, bajas que están en su mayoría sobre el 30% y al comparar con 2019 solo vestuario marca un crecimiento.

En términos de locales equivalentes el indicador marcó en septiembre un descenso de 23,1% real anual y una caída de 6,2% mensual. Por su parte, frente a igual mes de 2019, refleja una baja de 12,1%.  En el período enero-septiembre de este año acumula entonces una baja en el margen de 0,7% real.

Por su parte, los resultados por trimestre móvil continúan dando cuenta de una tendencia negativa en el sector.

«Septiembre vuelve a reafirmar la desaceleración del consumo que estamos atravesando tras los históricos resultados del año pasado. Luego de tres meses de caídas, el índice acumula por primera vez un resultado negativo en lo que va del año, tras 21 meses positivos, con una baja de 2% al comparar con igual período del año pasado (enero-septiembre). Los resultados van más allá de un tema de base de comparación, evidenciando también fuertes bajas respecto a 2019, y es de esperar que cerremos el año con una baja en torno al 8% y 10%», sostiene Bernardita Silva, gerenta de estudios de la CNC.

Así mismo explica que «distintos indicadores dan cuenta de este menor consumo tras un histórico 2021, la liquidez de los hogares se ha contraído, la deuda de consumo se ha incrementado en los últimos meses, la inflación ha sido más fuerte y persistente de lo esperado, la creación de empleos formales y de calidad se ha estancado, afectándose la masa salarial y, dado las negativas proyecciones de inversión para este y el otro año es difícil ver una recuperación. La confianza de los consumidores (IPEC) se encuentra en niveles cercanos a los peores meses de la pandemia. Si bien se ven leves alzas en algunos de los subindicadores de septiembre, todos se encuentran con altos niveles de pesimismo, donde la inflación y la estabilidad económica en el largo plazo son los temas que más preocupan. Han bajado levemente las expectativas de inflación futura, pero aún hay una gran mayoría que cree que los precios seguirán ‘subiendo mucho’ junto a muchos que no ven una recuperación en el empleo en el corto plazo».

«Claramente el desafío es enorme, estamos atravesando un período difícil que se ha mezclado también con temas de seguridad, los que terminan afectando las decisiones de inversión y la recuperación económica. Necesitamos no solo incentivar la inversión a través de políticas económicas que fomenten nuevos proyectos y que garanticen la ejecución de otros ya aprobados, sino que también recuperar la paz para dar tranquilidad a ciudadanos e inversionistas» concluye.