La visita de la presidenta de Taiwan Tsai Ing-wen a California y su encuentro con el líder de la Cámara de Representantes, Kevin Mc Carthy, marcan un punto de mayor tensión con China que no reconoce a esa pequeña isla como un país independiente.
«Una vez más nos encontramos en un mundo en el que la democracia está amenazada y no se puede subestimar la urgencia de mantener brillando el faro de la libertad», expresó la mandataria taiwanesa, quien realizó una desesperada gira por los pocos países que aún reconocen a su país como una nación independiente.
Pero el hecho de que fuese recibida por Kevin Mc Carthy, el número tres en la sucesión del poder en los Estados Unidos, dispararon las protestas de China.
«La amistad entre los pueblos de Taiwán y Estados Unidos es un asunto de profunda importancia para el mundo libre. Es fundamental para mantener la libertad económica, la paz y la estabilidad regional» declaró el Representante Mc Carthy, el segundo funcionario de mayornivel en sostener encuentros con la presidenta de Taiwan, luego de que Nancy Pelossi visitara esa pequeña nación que China reclama como parte de su territorio.
La tensión entre las dos superpotencias ha impactado incluso en la economía, y el Fondo Monetario Internacional ve con preocupación el impacto negativo en el comercio mundial.
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