28 de marzo 2024

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Luis González Valdivia tenía 19 años de edad cuando lo detuvieron. Fue el 31 de mayo del año pasado, cuando en plena Avenida Providencia, casi esquina con Huelén, en la región Metropolitana, se quemó un bus Red del Transantiago. Al joven lo acusaron de ser uno de los que inició el fuego.

«Estaba a una calle de lograr llegar a Metro Salvador, esperando que el semáforo me diera luz verde para cruzar y lo lograría, podría finalmente luego de un arduo día de trabajo y de haber ido a cotizar materiales para terminar mi casa, llegar a esta. Pero no pudo ser, nunca en mi vida imaginé lo que sucedería y como ello cambiaría injustamente mi vida», cuenta Luis.

Para el joven, esa tarde significó la destrucción de un proyecto de vida «que involucraba a toda su familia», asegura su abogada Yasna Celis.

«Lo que sucedió mientras esperaba el semáforo fue que alguien me toco el hombro por mi espalda, me había asustado en primera instancia, al voltear me doy cuenta que era un Carabinero de Fuerzas Especiales el que me estaba tocando el hombro. No pasaron ni 10 segundos y había 5 rodeándome, realmente no entendía nada de lo que estaba pasando».

Tras su detención, Luis González fue formalizado al día siguiente. La Fiscalía Oriente le imputó el delito de incendio en calidad de coautor en grado de consumado.

Según el relato del Ministerio Público, el joven fue uno de los que «aprovechando que el bus estaba detenido en la luz roja, exigió al chofer abrir la puerta, obligó a bajar a la victima y pasajeros del bus, para luego rosear con liquido acelerante el interior de este e incendiar el mismo en plena vía pública, provocando daño avaluados en la suma de $500.000.000» (cita textual de expediente).

El Tribunal de Garantía lo envió a prisión preventiva por lo que debió pasar 18 días en el penal Santiago 1.


REVISIÓN DE CAUTELARES

El 19 de junio de 2019 y ante la Corte de Apelaciones de Santiago, se desarrolló la audiencia en la que se revisaron sus medidas cautelares. El Juez de la instancia resolvió que «no resulta lógico que una persona que sale a las 19:00 horas de su trabajo pueda participar en un hecho que se produce a las 20:10 horas».

A ello, agregó que «tal planificación por parte de quienes realizaron este ilícito se encontraban vestidos para la ocasión con estos famosos overoles blancos (…) y claramente, en el caso de Don Luis González Valdivia él no vestía este overol blanco y se le encontró con vestimenta de ropa que cualquier persona utilizaría».

En definitiva, la Corte de Santiago le revocó la prisión preventiva y decretó firma quincenal.


SOBRESEIMIENTO

En una audiencia el 23 de octubre, la misma Fiscalía Oriente relató que «se determinó que no tenía participación en los hechos que se investigan. Se pudo acreditar que al momento de los hechos no se encontraba en el sitio del suceso».

«Existen registros de cámara (…) que demuestran que a la hora de los hechos, en un video del edificio “Finampro” de las 20:09 horas, se observa que pasa por Providencia 1434 y otro video de galería comercial de Providencia 1308 a las 20:11 y video de los libros usados de Avenida Providencia 11106 donde se le ve pasar a este imputado, primero de oriente a poniente a las 20:17 y luego de oriente a poniente a las 20:21».

Tras los alegatos, el Juez falló: «Existen antecedentes suficientes para determinar que no tuvo participación y se accede al sobreseimiento definitivo».


DEMANDA AL FISCO

Luis González fue detenido por error. Un supuesto testigo lo sindicó como responsable del inicio del fuego en el bus. Carabineros lo detuvo, la fiscalía lo formalizó y un tribunal de garantía lo envió a la cárcel, en prisión preventiva. Pero nunca estuvo involucrado en los hechos.

Este martes 08 de agosto 2020, el joven y su abogada presentaron una demanda contra el fisco por daños y perjuicios, solicitando una indemnización de $250 millones.

«Hubo claramente una falta de servicio, hubo actuaciones y medidas contrarias al principio de inocencia y objetividad», contó su defensa, la abogada Yasna Celis, en el escrito. «Mi representado enfrentó y sufrió la peor pesadilla que cualquier ser humano inocente podría sufrir ante una privación arbitraria de libertad», agregó.

«Tal como establece nuestra legislación debe ser reparado o indemnizado todo daño sufrido, en la especie mi representado núnca más volverá a ser el mismo; es decir de ser un hombre seguro, trabajador y tranquilo, pasó a ser temeroso, depresivo e inseguro», indicó.