7 de septiembre 2024

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  • El máximo dirigente de las y los trabajadores de las Corporaciones de Asistencia Judicial de 6 regiones del sur de nuestro país, admite con preocupación que la desconfianza ciudadana en los poderes del Estado puede orillar a una situación compleja a nivel de la convivencia social, no descartando la concurrencia de un estallido similar al del 2019

Son días convulsos en el país. A una situación económica compleja que allana, por ejemplo, la opción de un séptimo retiro de los fondos previsionales, se suma en el mismo orden, el retraso de una reforma de pensiones que -lejos de ser uno de los “proyectos estrella”- se ha transformado, a esta altura, en un dolor de cabeza para el Ejecutivo, profundizando una tensión ciudadana que ya casi nadie puede desmentir.

Colabora a esta tormenta perfecta, resoluciones judiciales como la que favoreció al padre del senador y ahora ex timonel de la UDI Javier Macaya, Eduardo, quien pese a ser condenado por dos delitos de abuso de menores, habría recibido beneficios carcelarios previos y la posibilidad de cumplir arresto domiciliario pese a la gravedad de los ilícitos.

En este contexto el timonel de la Asociación Nacional de Funcionarios/as de las Corporaciones de Asistencia Judicial (AFUN CAJ Bio Bio), Marcelo Inostroza, comentó que estos no son fenómenos aislados, sino que representan “una crisis evidente de las instituciones”, añadiendo que la designación y control de los jueces “ya no resiste la autonomía discrecional como la que tiene ahora”.
“Resulta curioso que el propio Poder Judicial sea juzgado por la opinión pública productos de hechos como el caso Hermosilla o por decisiones como la que favoreció Macaya”, enfatizó.

Del mismo modo, Inostroza se refirió al actuar de los algunos sectores del Parlamento que, a su juicio, “no están sintonizados con lo que ocurre en la calle”.

“Desde las Corporaciones de Asistencia Judicial no somos indolentes al sentir del ciudadano de a pie, por lo que la inercia legislativa ante el aumento de las tarifas eléctricas duele, porque paralelamente se hace un salvataje a las Isapres”.

Para el máximo representante de AFUN Bio Bio, se empuja un descontento que puede significar, a su parecer, un nuevo estallido social, pues avances como el incremento del salario mínimo y la reducción de la jornada a 40 horas, “se diluyen” por el alza del costo de la vida y la inoperancia ante la delincuencia”.

“Cuando las y los funcionarios públicos enfrentamos con impotencia la falta de recursos y vemos cómo los sectores más vulnerables sufren y se decepcionan de la política, hay una debilidad institucional que nos puede llevar sin duda a enfrentamientos de insospechadas consecuencias”, concluyó Marcelo Inostroza.