18 de abril 2024

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Después de cuatro meses de inactividad, por sus lesiones musculares, el ex número uno del mundo reapareció en el Argentina Open derrochando calidad y llevándose su primer título de 2023.

Por SERGIO RIED / Foto: TELAM


Si habían dudas sobre el estado físico y tenístico de Carlos Alcaraz al comienzo de este tradicional torneo ATP 250 de Argentina, el mismo murciano se encargó de disiparlas desde que pisó la arcilla del Buenos Aires Lawn Tenis Club.

Porque a pesar de haber cedido un set en su primer partido ante el serbio Laszlo Djere (57º ATP), cuando afirmó su juego le pasó por arriba con un 6-2 en el tercero. De ahí en adelante todo fue coser y cantar para el oriundo de El Palmar, derrotando sucesivamente a otro serbio Dusan Lajovic (90º) por un categórico 6-4 y 6-2 y en semis a su compatriota Bernabé Zapata Miralles (74º), 6-2 y 6-2.

Así llegaba a la final, que, como se suponía, iba a ser frente al segundo favorito, el británico Cameron Norrie (22º), que alcanzaba esa instancia venciendo en semis a la sorpresa del torneo, el peruano Juan Pablo Varillas (101º), por 7-6 y 6-4. Cabe destacar que el limeño había dejado en el camino al italiano Lorenzo Musetti (20º), al portugués Joao Souza (142º) y al pupilo de Nicolás Massú, Dominic Thiem (99º).

LA FINAL

Todo parecía indicar que cuando Alcaraz le rompió el servicio a Norrie en el empate a tres del primer set y luego se hizo de esa primera manga por 6-3, estaba en camino a un cómodo triunfo. Sobre todo que el niño maravilla se fue adelante en el score de la segunda manga hasta ponerse 5-2.

Pero el zurdo británico, nacido en Johannesburgo, Sudáfrica, no estaba para nada resignado a ser la nueva víctima del murciano y dejó la vida en la tierra batida del Baltc, para complicarle la vida a su rival.

Fue más eficaz en su servicio, devolvió los misiles de derecha del español y se las ingenió para resolver el problema de los mortales drop shots del hispano. Tanto así que estuvo a punto de forzar un tiebreak cuando le quebró el servicio a Alcaraz para dejar el score igualado a 5.

Incluso ya se pensaba en un tiebreak cuando el de Murcia mantuvo su saque y quebró a Norrie adjudicándose el set por 7-5. La reacción del britanico fue muy bien recibida por los 5.000 fanáticos que repletaron el court Guillermo Vilas, que obviamente querían ver más tenis, algo que impidió el joven Alcaraz.

En todo caso, esta nueva versión del añejo Abierto de la República fue un torneo que por su categoría de ATP 250 tuvo un cuadro digno de uno de mayor jerarquía y sirvió para que el dos del mundo presentara sus credenciales para recuperar su cetro de número uno. Algo que no dudamos ocurrirá porque este genio de la raqueta demuestra cada vez que entra a una cancha que es un jugador privilegiado y que está llamado a ser el nuevo rey del tenis.