23 de noviembre 2024

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El primer ministro británico, Boris Johnson, enfrenta una crisis de confianza y credibilidad bastante grave.

El día martes renunciaron los ministros de Economía y de Salud y este miércoles se sumaron más de 30 viceministros y otros cargos ministeriales, de acuerdo a lo consignado por la BBC.

Durante esta jornada, Johnson se presentó ante un comité del Parlamento británico, en donde al ser consultado por la viabilidad y continuidad de su administración, respondió que «por supuesto».

«Si me quieren preguntar sobre qué estamos haciendo para ayudar a la gente con el costo de la vida, si preguntan sobre qué estamos haciendo para construir más fuentes de energía limpia, algo en lo que este comité se ha interesado, entonces estoy muy interesado en contarles, pero no voy a darles un comentario sobre eventos políticos y vamos a seguir con el gobierno del país», afirmó Johnson en la sesión donde además descartó la posibilidad de adelantar y convocar elecciones.

De acuerdo al mismo medio, el origen de la crisis en la administración de Johnson comienza con el escándalo sexual del subjefe de la bancada del Partido Conservador en el Parlamento, Chris Pincher, quien habría manoseado a un par de hombres en un club privado de Londres. Posterior a conocerse el caso, Pincher renunció y entonces la prensa dio cuenta de otros casos de una supuesta conducta sexual inapropiada. Cuestión que en primera instancia su conocimiento fue negado desde el gobierno, pero luego el propio Johnson admitiría.

En entrevista con la BBC, el primer ministro calificó como «un error» haber nombrado a Pincher, de quien dijo que se había comportado «muy, muy mal».

«Quiero dejar claro que no hay lugar en este gobierno para nadie que tiene comportamientos predatorios o que abusa de su posición de poder», concluyó.