26 de abril 2024

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El candidato del Partido de los Trabajadores (PT) para estas elecciones de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, subrayó este viernes que si bienes necesario «entender que es la mujer quien tiene la hegemonía sobre su cuerpo», el debate sobre legislar a cerca de esta cuestión también le corresponde al Congreso.

Durante un acto de apoyo a su candidatura en São Paulo, Lula respondió nuevamente a quienes le cuestionaban sobre su postura cerca de esta cuestión que él está en contra, pero que «la ley existe y la ley dice lo que pasa con el aborto».

«Quien tiene que decir sobre el aborto es quien está embarazada, que es la mujer, quien tiene que tener más poder de decidir si quiere o no. La ley existe. Ese no es el papel del presidente de la república, es el papel del Legislativo y sobre todo es un papel que la gente tiene que entender que es de la mujer, quien tiene la hegemonía sobre su cuerpo», aseveró.

No es la primera vez que Lula da Silva se manifiesta en estos términos durante la campaña. La cuestión del aborto en Brasil es un asunto delicado debido a la arraigada tradición religiosa de un país, que solo permite la interrupción del embarazo de manera legal en caso de violación o de riesgo para la madre.

Estas declaraciones también se dan en un momento en el que el PT está llevando a cabo una campaña para recabar el voto entre el influyente electorado cristiano, en especial el evangélico, que tiene más afinidad con su rival, Jair Bolsonaro, una vez parece que Lula ya cuenta con el apoyo de los católicos.

Por su parte, Bolsonaro puso en duda la veracidad de estas palabras y acusó o a Lula de apoyarse en quien «odia la Iglesia» y defiende el aborto. «No hay nada más vergonzoso que defender una idea contraria a todo aquello en lo que crees solo para ser elegido», criticó el candidato a la reelección.

A pesar de que desde 1940 es legal el aborto en Brasil en estos casos, es frecuente que los grupos antiabortistas, que cuentan con un amplio respaldo de jueces, médicos y políticos conservadores, intenten impedir que muchas mujeres puedan acceder a este derecho.

A mediados de 2020, a una niña de 10 años, violada por su tío, se le negó el tratamiento en un hospital del estado de Espíritu Santo y tuvo que viajar hasta la capital de Pernambuco, Recife, para poder llevar a cabo el proceso.

Agencia Uno – Europa Press.