El Banco Popular de China (BPC) cumplió con lo pronosticado y recortó sus tasas de interés ante las señales de una desaceleración de su economía y una crisis inmobiliaria que afecta a sus grandes ciudades.
La acción de acuerdo a los especialistas se estimaba que llegaría a recortarse en un punto, sin embargo, préstamos bancarios a uno año pasarán del al 3,65% y en plazo a más de cinco años al 4,3%.
En el caso de este último recorte, fue por sobre lo estimado y se iguala a la baja del pasado mes de mayo como respuesta a la crisis del sector inmobiliario que es la principal amenaza para la economía del gigante asiático.
Las decisiones responden a los datos conocidos recientemente que dan cuenta de que en junio se produjo una caída la producción industrial del 3,8%, cifra inferior al 3,9% del año pasado y que los economista, de acuerdo a lo consignando por Bloomberg, estimaban en un 4,3%.
También se registra una fuerte caída en la ventas minoristas donde los economistas estimaban un 4,9% y sólo alcanzó el 2,7% en julio.
Las tasas de desempleo también caen en China, y durante julio lo hicieron en una décima, llegando al 5,4%.
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