22 de noviembre 2024

AQUÍ Y AHORA

NOTICIAS

Repitiendo le pésima actuación que le cupo frente a Melipilla, el Cacique incluso la sacó barata en su visita a Curicó y ahora comparte el liderato con Universidad Católica. Porque el elenco local fue claramente mejor, se creó las mejores opciones y hasta se vio perjudicado por el no cobro de un penal que ni siquiera mereció la revisión en el VAR.

Por EDUARDO BRUNA de El Ágora.

Haciendo un partido para el olvido, y reiterando la bajísima actuación de la fecha pasada, frente a Melipilla, Colo Colo empató 0-0 en su visita a Curicó y fue alcanzado en la punta de la tabla por Universidad Católica, a falta de dos fechas para que concluya el campeonato.

Más allá de esa situación, que es absolutamente negativa para un equipo que se había ubicado con cinco puntos de ventaja sobre el cuadro cruzado en la recta final del campeonato, el hincha albo no tiene mucho de qué lamentarse. Y es que, con una falta evidente de jerarquía, el Cacique incluso la sacó barata, porque nunca pudo refrendar en actitud, y sobre todo en juego, los 27 puntos de ventaja que lo separaban de su rival. Es más: de jugar a jugar fue siempre mejor Curicó Unido, que llenó mejor la cancha con una llamativa dinámica y hasta se creó las mejores oportunidades de haber abierto la cuenta.

No sólo eso: en el minuto 87, hubo un claro penal de Rojas a Fritz, luego que el lateral albo tomara del brazo al atacante para impedirle ir por esa pelota que cruzaba el área. Puede que Roberto Tobar, el árbitro del encuentro, no lo hubiera advertido, pero tampoco consultó jamás al VAR, que se supone está precisamente para ese tipo de incidencias.

Si se observa, además, el trabajo que le cupo a Carabalí en el arco albo, con el que tuvo Cerda en la portería local, tampoco hay comparación. Mientras Carabalí fue punto alto en su equipo –prácticamente el único, junto a Emiliano Amor-, Cerda sólo tuvo que exigirse una vez a fondo, y cuando el partido ya expiraba. Un gran pase de Villanueva a Cruz hizo que éste ganara metros absolutamente destapado, pero en lugar de rematar, y viendo que por la derecha llegaba Solari, se la puso para que anotara. Sin embargo, el exigido remate del atacante albo, porque De la Fuente llegó oportunamente a cerrar, permitió que Cerda bloqueara el tiro y evitara con ello la derrota de su cuadro.

Derrota que, sin duda, habría sido un excesivo castigo para el equipo que había sido mejor.

Los lamentos albos, acerca de la falta de figuras que disminuyeron sin duda la producción del equipo por estar en la Selección Chilena y peruana (Cortés, Suazo, Morales y Costa), no tienen mucho asidero que digamos y son una excusa muy barata. Porque Curicó también presentó bajas importantes, como Benegas en ataque y Bechtholdt en defensa, sólo por nombrar a dos de las ausencias, y sin embargo las disimuló de lo más bien. Y claramente no se puede comparar los planteles de los que disponen uno y otro.

Tampoco sirve mucho, a estas alturas, llorar sobre la lecha derramada y apelar al argumento de los puntos que perdió el Cacique frente a Audax Italiano y Ñublense a causa del Covid. A pesar de ese contratiempo, igual mantenía dos puntos de ventaja sobre Universidad Católica, y en consecuencia seguía dependiendo de sí mismo. Dicho claramente: ganando todos los partidos que le restaban, no había Covid que valiera.

Y esta vez, simplemente no pudo. Es más: diríamos que el empate sin goles fue más favorable para Colo Colo que para Curicó Unido.

Con actuaciones bajísimas, Colo Colo fue un espectro del equipo que hasta hace poco era principal candidato al título. Digamos, de partida, que el “Colorado” Gil volvió a hacer un partido para el olvido, y se sabe que, cuando el volante no funciona en su acostumbrado nivel, se resiente todo el equipo. Como Gil, también defraudaron en toda la línea Bolados, Santos –esta vez titular-, Solari y Parraguez. Fue tanta la confusión alba, tanta la desesperación de Quinteros, que en los últimos minutos echó mano a Cruz y a Villanueva, buscando un golpe de timón que por cierto no llegó. Y es que, cuando los veteranos no son capaces de sacar la tarea adelante, no se puede esperar que la solución llegue de la banca y con dos juveniles.

Queda toda la impresión de que este empate puede costarle el título a Colo Colo. No sólo perdió la ventaja, sino que su hipotética rival en una final ha mostrado más temple y más jerarquía. Con un equipo diezmado, Universidad Católica se apuntó una victoria inobjetable frente a Deportes La Serena. En suma: evidenció mejor plantel y una mayor jerarquía.

“Caballo pillado es caballo ganado”, dicen los hípicos, y viendo a los dos candidatos al título no cabe duda que llega mejor a esta instancia Universidad Católica. Mientras en las huestes cruzadas el tetra, que en un momento pareció tan lejano, es hoy una palmaria realidad.

Colo Colo, en cambio, parece llegar quemando aceite, fruto de su mala suerte o irresponsabilidad –elija usted la alternativa que quiera- de perder dos partidos producto del Covid, y de extraviar por completo una jerarquía que en esta instancia hacía más falta que nunca.

PORMENORES

Campeonato Nacional. Partido válido por la fecha 32.

Estadio: “La Granja”, de Curicó.

Público: 4.600 espectadores, aproximadamente.

Arbitro: Roberto Tobar.

CURICO UNIDO (0): Cerda; Y. Opazo, Ormazábal, José Rojas, De la Fuente; Sánchez, Leiva, Urzúa; García (62’ Barrientos), Harding, Fritz (87’ Ortiz).

COLO COLO (0): Carabalí; Jeyson Rojas, Falcón, Amor, O. Opazo; Gil, Fuentes (65’ Parraguez), Pizarro (79’ Soto); Bolados (62’ Cruz), Santos (79’ Villanueva) y Solari.

GOLES: No hubo.

Tarjetas amarillas: en Curicó Unido Ormazábal y Harding; en Colo Colo, Solari.