22 de noviembre 2024

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Haciendo un pésimo partido, y siendo superado claramente por Melipílla, el Cacique sólo pudo mantener los dos puntos de ventaja sobre Universidad Católica mediante un agónico penal convertido por Emiliano Amor cuando se jugaba el sexto minuto de descuento.

Por EDUARDO BRUNA de El Ágora / Foto: AGENCIA UNO

Colo Colo no estuvo a la altura del líder que se enfrenta a un equipo más cerca de la parte baja de la tabla que de los puestos de avanzada. Sin embargo, ya en los descuentos, se impuso 1-0 a un Melipílla que le hizo salir canas verdes y, encontrándose la victoria en un trapito, mantuvo los dos puntos de ventaja sobre Universidad Católica, a falta de sólo tres fechas para que concluya el Campeonato Nacional.

Fue, sin duda, un partido que se prestará para la polémica y el comentario. Porque para nosotros no fue penal el que el pito Angelo Hermosilla marcó a favor de Colo Colo cuando se jugaba el minuto 74. Entreverado en ataque, y producto de la desesperación que a esas alturas nublaba el juicio, Falcón cayó en el área al momento de jugar el balón, pero lo cierto es que el uruguayo se tropezó en las piernas de Barrera, que jamás tuvo la intención de cometer falta. Dos minutos después, producto de los habituales reclamos, el “Colorado” Gil coronó su mal partido mandándola contra el vértice que forman vertical y travesaño.

El segundo penal, en cambio, sí lo fue, aunque Hermosilla no lo había advertido y debió ser auxiliado por el VAR. Se jugaba el segundo minuto de descuento cuando, un remate a quemarropa y a la desesperada de Solari, fue bloqueado con la mano por el central Escalona. Tras las protestas y los habituales conciliábulos, Emiliano Amor pidió la pelota. Y claro, Gil tenía fresco aún su fracaso desde los doce pasos y nadie podía dejar de pasar por alto que Morales, ingresado en el segundo tiempo, había marrado dos disparos consecutivos.

Cuatro minutos después, con un tiro a matar, Amor hizo llegar violentamente el balón a las mallas, desatando la justificada locura en un Monumental que, digámoslo claramente, a esas alturas no veía por dónde podía llegar el triunfo.

Y es que, más allá de sus obligadas ausencias, como el meta Cortés, Costa y Suazo, llamado a última hora a La Roja, Colo Colo hizo uno de sus peores partidos del campeonato, ratificando, una vez más, que en su cancha, y ante cualquier equipo que le cierre espacios, sufre lo indecible ya no sólo para ganar, sino que incluso para procurarse oportunidades de gol. Y Melipilla no sólo hizo eso –y muy bien-, sino que aprovechando el envión anímico que le significaban cuatro triunfos consecutivos, supo aprovechar en reiteradas oportunidades los forados que dejaba un bloque posterior albo muchas veces desubicado y siempre ansioso.

Para decirlo con toda claridad, a nadie podría haberle extrañado que el primer tiempo hubiera terminado con ventaja melipillana de 2-0. Y es que mientras el golero Perancic casi no tuvo trabajo, por el mal partido que hacía Colo Colo en su conjunto, Melipilla dejó ir dos oportunidades tan netas y tan claras, que hasta resultaba difícil explicarse cómo se puede fallar de esa forma en el área teniéndolo todo a favor y a un arquero Carabalí completamente entregado a su suerte.

La primera se produjo a los 26 minutos, cuando Sosa entró absolutamente sólo, pero habilitado por el lateral Gutiérrez, y viendo el achique del arquero albo la puso atrás, para que Zavala, que llegaba destapado, convirtiera con el arco desguarnecido. Sin embargo, el delantero desvió su zurdazo en forma increíble. La otra fue a los 40, cuando el lateral Segovia metió el centro hacia atrás que sorprendió a Garrido solo y sin marca. Al igual que Zavala, el volante melipillano desvió su remate cuando el sepulcral silencio del estadio parecía augurar la segura caída del arco albo.

Aparte de esas son ocasiones clarísimas desperdiciadas, Melipilla tuvo un par de buenas aproximaciones más que dejaban en claro lo que antes del encuentro pocos imaginaban: que de jugar a jugar era incluso mejor que Colo Colo.

Sin embargo, ese mejor juego no pudo traducirlo en goles, y cual síndrome del equipo chico debió irse al descanso con el marcador en blanco.

Colo Colo tuvo en esta oportunidad demasiado puntos bajos como para aspirar a sumar una nueva victoria que lo mantuviera al tope de la tabla. Que no haya esta vez caminado Gil, ayuda a explicar, sin duda, el mal partido que hicieron todos los jugadores albos en ofensiva. Y esta vez, sin exclusiones, porque Bolados y Solari jamás pudieron prevalecer por las bandas, al paso que Parraguez dejó pasar la oportunidad que le dio Quinteros de mantener la titularidad. No sólo eso: al “Colorado” se sumaron las más que opacas actuaciones de los juveniles Joan Cruz y Vicente Pizarro.

Si a eso agregamos que Bruno Gutiérrez no tiene mucho para pesar ofensivamente, y que Opazo por la izquierda pierde importancia a la hora de cruzar la mitad de la cancha, se explica meridianamente el que Melipilla no sólo se estuviera saliendo con la suya, sino que mostrara siempre mejores argumentos para quedarse con la victoria. Victoria que llegó a acariciar cuando, a los 71 minutos, incluso abrió la cuenta por intermedio de Segovia, sólo que el VAR dejó en claro que, al momento de empalmar el remate que batió a Carabalí, estaba adelantado.

La actuación alba, y la forma dramática como llegó a la victoria, sin duda abren un inmenso paréntesis de duda para lo que viene. Aunque parezca paradojal, lo mejor que le puede ocurrir a este Colo Colo es tener que afrontar dos de los tres partidos que le restan actuando en calidad de visitante (Curicó Unido y Deportes Antofagasta), al paso que resta saber si Unión Española, que debe visitar el Monumental, sacará las conclusiones adecuadas acerca de la mejor forma de complicar a este Cacique que no cayó, pero sin duda tropezó, más allá de la agónica victoria.

PORMENORES

Campeonato Nacional. Partido válido por la trigésimo primera fecha.

Estadio: Monumental.

Público: 30 mil espectadores, aproximadamente.

Arbitro: Angelo Hermosilla.

COLO COLO (1): Carabalí; B. Gutiérrez, Falcón, Amor, Opazo; Gil, Pizarro (62’ Santos), Cruz (46’ Fuentes); Bolados (85’ Rojas), Parraguez (46’ Morales), Solari (90+8’ Zaldivia).

MELIPILLA (0): Peranic; Barrera, Escalona, Toro, Segovia (78’ Lauler); Garrido, Camargo (78’ Vidangossy), Moya (64’ Sanhueza); Muñoz (56’ Tellechea), Sosa y Zavala.

GOL: Amor, de lanzamiento penal, a los 90+6’.

Tarjetas amarillas: en Colo Colo, Morales, Cruz y Falcón; en Melipilla, Escalona, Toro, Segovia y Garrido.

Tarjeta roja: Bruno Gutiérrez, de Colo Colo, a los 82’.

Incidencia: Gil desperdició un penal a los 76’.