20 de abril 2024

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Cumpliendo un partido absolutamente mediocre, el cuadro albo no pudo frente a una Unión La Calera que, en el recuento de oportunidades de gol, fue incluso levemente superior. Con varios puntos muy bajos, lo único positivo para el Cacique fue el retorno obligado de Zaldivia, a causa de la lesión sufrida por Campos.

Por EDUARDO BRUNA de El Ágora.

Más allá de los jugadores que claramente le faltan, y que el técnico Gustavo Quinteros reclama, Colo Colo tuvo un más que opaco desempeño frente a Unión La Calera, en el debut del Campeonato Nacional. Mediocre, para resumirlo en una palabra. En otras palabras, el empate 0-0 registrado en el Monumental mostró que a este cuadro albo le falta mucho para transformarse en un equipo verdaderamente competitivo, dejando definitivamente atrás un torneo pasado que fue de espanto.

Es verdad que Unión La Calera en la segunda etapa se echó atrás, entregándole el balón y el terreno a Colo Colo, para ver si por ahí, ante una defensa prácticamente improvisada, podía sorprenderlo de contra. Y que el cuadro “cementero” perseveró en tan actitud luego que, a los 83 minutos, fuera expulsado Martínez, ingresado antes; sin embargo, hay que decir que el elenco calerano no fue menos que su rival, y que en el balance de los 90 minutos tuvo incluso más llegadas a portería que el “Cacique”.

Claramente, no se puede comparar el trabajo de Cortés, que tampoco fue de locos, con el que tuvo el meta Martin, preocupado la mayor parte del tiempo sólo de cortar centros mal medidos y siempre insulsos.

Y es que Colo Colo tuvo muchos puntos bajos. De partida, ¿a quién se le puede ocurrir ubicar como volante generador de juego a un “cucarro” insufrible, como Gabriel Costa? Si el tipo es enredado y confuso, no se puede esperar de él que aporte con ese balón justo que rompa líneas.

Derechamente mal, además, estuvieron Solari y Morales. Lo del muchacho argentino fue llamativo, porque esta vez no le salió nada, luego de haberse ganado con creces la condición de interesante figura. Lo de Morales sólo se entiende porque no hay más. Porque Parraguez es tan limitado como él técnicamente y Blandi sigue transitando por la “dimensión desconocida”.

Debe ser el único jugador en el mundo que se lesiona y se desgarra solo. Un clavo con todas las letras que debería hacer meditar definitivamente a Blanco y Negro acerca de si no es mejor hacer la pérdida, regalarle el pase y al menos ahorrarse la millonada que cobra mes a mes sin hacer nada.

Suazo es otro caso. Con las jinetas de capitán, sigue siendo un aporte más que dudoso con el balón en los pies. O se enreda solo, perdiendo pelotas que, frente a un rival más ambicioso, podrían costar caro, o la entrega generalmente mal.

Frente a un equipó mejor armado, y ordenado como el cuadro calerano, se necesita además mucha más intensidad y velocidad. Intensidad para en lo posible impedir que toque y toque buscando el claro, porque más de una vez el rival lo logró. Y velocidad para, una vez recuperada la pelota, atacar con rapidez y sorpresa. Este Colo Colo, por ahora, carece por completo de esos atributos. Recién marca cuando el rival cruza la mitad de cancha y atacando demora un mundo, porque -ya se dijo- Costa lo enreda todo y Gil, que exhibe una zurda interesante, todavía no sabe -y los hombres en punta tampoco- cuándo es el momento de arriesgar con una pelota profunda.

Ofensivamente hablando, Colo Colo produjo muy poquito. Ofensivamente, Unión La Calera sacó en este aspecto incluso una leve ventaja. Todo se redujo a un tiro que Costa estrelló contra un palo y una oportunidad clarísima que dejó ir Morales, que pifió lastimosamente su remate cuando había quedado solo y el meta calerano estaba absolutamente entregado a su suerte.

Más allá de las incorporaciones que hizo, el panorama no pinta bien para Colo Colo. Un equipo que, además de seguir jugando mal, continúa con una serie de lesiones que ya parecen una maldición. Esta vez fue Campos quien debió abandonar para dejarle paso a un Zaldivia que tuvo que volver de apuro a jugar. Y al central se sumó un Fuentes que, tras recibir un artero codazo de Martínez, debió salir dejando la duda acerca de si ese golpe no le traerá consecuencias mayores, como una fractura nasal, por ejemplo.

Lo pobre que es este Colo Colo se sigue en parte disimulando por la ausencia de público en los estadios. Y es que, con gente en las graderías, las pifias habrían surgido inclementes desde los cuatro costados del Monumental.

Y habrían estado más que merecidas.

PORMENORES

Campeonato Nacional. Primera fecha.

Estadio: Monumental.

Arbitro: Julio Bascuñán.

COLO COLO: Cortés; Rojas, Campos (45+1’ Zaldivia), Gutiérrez, Suazo; Costa, Fuentes (85’ Alarcón), Gil; Solari (46’ Rodríguez), Morales (69’ Parraguez), Gaete (69’ Jara).

UNION LA CALERA: Martín; Fernández, C. Vilches, García, Oyanedel; Castellani, Laba (81’ Orellana), Vargas (64’ Rivero); Ramírez (64’ Martínez), A. Vilches (85’ Navarrete) y Valencia.

Tarjetas amarillas: en Colo Colo, Gil; en Unión La Calera, Castellani.

Tarjeta roja: Martínez, de Unión La Calera, a los 83’.