29 de marzo 2024

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El Cacique se sigue hundiendo en medio de la mediocridad más absoluta. No funciona ni individual ni colectivamente. El cuadro “pirata” aprovechó los múltiples errores defensivos del fondo albo para concretar una victoria que, en la capital, no conocía desde hace 45 años.

Por EDUARDO BRUNA / Fotos: PHOTOSPORT


Perder siempre va a estar entre las posibilidades del fútbol. El tema es cómo se pierde. Y cayendo por primera vez frente a Coquimbo Unido como local, después de 45 años, Colo Colo volvió a demostrar que es un equipo tan limitado, tan vulnerable, en suma tan mediocre, que ni siquiera Gustavo Quinteros podría argumentar algún factor extra futbolístico para intentar justificar esta derrota de su cuadro por 3-2 en el Monumental, frente a un cuadro “pirata” que venía de dos caídas consecutivas.

El problema es que el Cacique, que venía jugando mal, y a ratos muy mal, no muestra ninguna evolución positiva partido a partido. Es al revés: colectivamente juega cada vez peor e individualmente no hay nadie que salve la plata con un arrebato de habilidad y talento que rompa su caminar chato y sin rumbo.

De esto, por cierto, no tiene ninguna culpa Coquimbo Unido, que supo aprovechar casi todas las abundantes fallas de un elenco albo que mostró un bloque posterior realmente desastroso. Sancionado Falcón, sin un lateral derecho que cumpla al menos con las mínimas exigencias, y con un uruguayo De los Santos que sigue con problemas físicos, Quinteros mandó a la cancha a César Fuentes como lateral derecho, a Daniel Gutiérrez para suplir a Falcón y a Vicente Pizarro a ocupar el puesto de volante central en el mediocampo.

Y el experimento fue un desastre total. Vicente Pizarro y Daniel Gutiérrez cumplieron una actuación para el olvido y, si algo faltaba para tornar más oscuro el panorama albo, el lateral izquierdo Erick Wiemberg se lesionó cuando todavía no se llegaba al cuarto de hora de partido, obligando al ingreso en ese puesto de Bouzat. Simplemente, no había otro a quien echar mano.

Frente a ese Colo Colo tan mediocre y poquita cosa, Coquimbo se dio un festín en la primera etapa. Digamos que las grietas defensivas albas ya habían costado caro a los 5 minutos de juego, luego que Pizarro perdiera una pelota en el mediocampo y, frente a la carga “´pirata”, no hubo defensor albo que supiera resolver. Parraguez hizo lo que mejor sabe, esto es, defender el balón, y eso lo aprovechó Chandía para quedar destapado y abrir la cuenta ante la sorpresa generalizada.

La paridad, alcanzada a través de un afortunado penal, a Colo Colo no le duró nada. Cuatro minutos después del gol de Benegas, Parraguez cabeceó en el área chica tras un tiro de esquina sin que ningún defensor albo atinara a nada. Y la guinda de la torta: a un rechazo largo de la zaga “pirata” fueron Parraguez y Daniel Gutiérrez y el “Búfalo” sacó partido de la carga livianita del defensor, ganándole la posición y dándose el tiempo para esperar la llegada de Holgado, que fusiló a Cortés. Nunca los hinchas albos echaron tanto de menos a Falcón como en esa jugada.

Es decir que, corrida apenas media hora de juego, Coquimbo Unido zarandeaba a un Colo Colo poquita cosa y absolutamente incapaz de producir alguna jugaba colectiva y elaborada. Las únicas oportunidades que se procuró el Cacique fueron de pelota parada, dos tiros de esquina que, conectados de cabeza por Ramiro González, se estrellaron el primero en el vertical y el segundo en el travesaño.

Sin fútbol, sin ideas, sin claridad, Colo Colo se estrelló más de una hora una y otra vez ante un cuadro que, a favor de la cómoda ventaja, se dedicó a cerrar espacios. Y si en esos minutos que quedaban de la primera etapa el elenco “pirata” había dejado en clara su intención, en la segunda etapa simplemente dispuso a sus once hombres en campo propio.

Algo normal y, por lo demás, absolutamente lícito. Cada equipo se maneja como puede y este Coquimbo Unido no iba a ser tan bobo como para salir a buscar una goleada. Con mayor razón cuando al frente tiene un equipo que no funciona para nada, que carece de remate de distancia, de desborde por las bandas y de jugadores que, superando el anticipo, construyan una pared. Un cuadro que como Colo Colo, además, hizo modificaciones urgido por las circunstancias, pero que jamás pudieron justificar los cambios que ordenó Quinteros. El “Colorado” Gil, que volvía al equipo sin haber debutado hasta ahora en el Torneo Nacional, no superó para nada el mal partido de Pizarro y el juvenil Thompson, que reemplazó a Palacios, hizo sólo intentos individuales casi imposibles de prosperar frente a una defensa numerosa y bien parada.

Coquimbo Unido, en suma, se impuso con todas las de la ley a un Colo Colo que se cae a pedazos. Un Colo Colo que no sólo no suma los puntos esperados, sino que recibe 11 goles en cinco partidos, en circunstancias que durante todo el torneo pasado recibió apenas 17.

Preocupa la mediocridad alba. Porque es nuestro “Chile 1” en una Copa Libertadores que se encuentra a la vuelta de la esquina. Y jugando tan mal como lo viene haciendo, del Cacique sólo cabe esperar papelones.

PORMENORES

Campeonato Nacional, sexta fecha.

Estadio: Monumental.

Público: 35 mil espectadores, aproximadamente.

Árbitro: Cristián Garay.

Colo Colo (2): B. Cortés; C. Fuentes, R. González, D. Gutiérrez, E. Wiemberg; E. Pavez, V. Pizarro, C. Palacios; M. Bolados, L. Benegas, F. Castillo. DT: Gustavo Quinteros. Cambios: 15’, A. Bouzat por Wiemberg; 46’, L. Gil por Pizarro y D. Lezcano por Castillo; 68’, J. Thompson por Palacios; 79’, J. Rojas por Gutiérrez.

Coquimbo Unido (3): D. Sánchez; D. Escobar, B. Cabrera, S. Sánchez, J. Cornejo; S. Galani, D. Glaby, L. Cabral, B. Chandía; J. Parraguez y R. Holgado. DT: Fernando Díaz. Cambios: 70’, F. Carmona por Holgado; 75’, N. Rivera por Chandía; 85’ L. Pavez por Galani y M. Palavecino por Cabral.

Goles: 5’, Benjamín Chandía (CU); 23’, Leandro Benegas, de penal (CC); 27’, Javier Parraguez, cabezazo (CU); 30’, Rodrigo Holgado (CU); 90+5’, Darío Lezvano (CC).

Tarjetas amarillas: Fuentes y Pizarro (CC); Cabrera, Cornejo y Pavez (CU).