6 de mayo 2024

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El Cuarto Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Santiago, condenó a un hombre que se hacía pasar por taxista, por los delitos de robo con violación, robo con retención y robo con violencia, en contra de diez mujeres.

Se trata de Pablo Andrés Moya Olivares, de 34 años, quien tomaba pasajeras para luego robar y abusar sexualmente de las mismas, entre diciembre de 2019 y febrero de 2020.

Por lo anterior, y en un fallo unánime, los jueces Claudia Morgado, Pedro Suárez y José Ramón Flores, condenaron a Moya Olivares a tres penas de presidio perpetuo: uno calificado y dos simples.

La sentencia reza que en «el uso de un taxi, las víctimas son mujeres, las hacía sentarse en la mayoría de los casos en el asiento delantero del vehículo bajo excusa de tener ocupados los asientos traseros con neumáticos, una vez al interior del taxi estando en viaje las intimidaba con un elemento punzante, cortante o contundente».

Tras lo anterior, el individuo les robaba las especies de valor y las tarjetas bancarias con sus claves, para luego dirigirse a cajeros automáticos para girar dinero.

El fallo agrega que «abusaba de ellas sexualmente y de palabra, destacándose una especial asimetría de la que estaba consciente, de manera que permitía que las víctimas quedaran en la más completa indefensión a voluntad del ánimo o arbitrio del hechor, aumentando de esta forma un mal no necesario para la comisión de los ilícitos».

En detalle, Pablo Moya fue condenado a presidio perpetuo calificado por dos delitos de robo con violación, efectuados en Santiago, en diciembre de 2019 y febrero de 2020.

A la vez, una pena de presidio perpetuo simple, por cinco delitos de robo con intimidación, en diciembre de 2019 y enero de 2020.

En tanto, similar pena obtuvo por tres delitos de robo calificado, en enero y febrero de 2020.

A lo anterior, se suman cuatro años por el delito consumado de abuso sexual cometido en enero de 2020.