20 de mayo 2024

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Al menos 9 de los más de 40 conscriptos que accedieron a la baja, tras la marcha en Putre donde murió el joven militar Franco Vargas, debieron firmar un acta en donde negaban haber sufrido cualquier tipo de apremio ilegítimo para poder dejar el servicio.

Según el documento «Acta de Entrega Personal» revelado por Contigo en la Mañana se deja constancia de al menos tres puntos:

  • «Que no tiene ningún reparo o queda por el tiempo que permaneció acuartelado en la Brigada Motorizada N°24 «Huamachuco».
  • Que su despacho se debe exclusivamente por Salud Incompatible con las exigencias del Servicio.
  • Que durante su permanencia en esta Unidad, jamás recibió apremios físicos ni psicológicos, como tampoco ningún tipo de maltrato derivado de terceras personas o discriminación alguna.

El documento quedó al descubierto en la respuesta a 10 recursos de amparo que fueron interpuestos ante la Corte de Apelaciones de Santiago para conseguir la salida de una decena de conscriptos luego que el Ejército se negara a tramitar las bajas y mantuviera una esca comunicación con las familias respecto al aislamiento de 45 soldados y otros que tuvieron que ser trasladados a centros hospitalarios.

En dicha respuesta, el Ejército alude a estas actas afirmando que «conforme a los anteriormente y el acta de entrega que se adjunta, se estima que no existe perturbación que afecte el derecho a la libertad personal y a la seguridad individual del ex soldado conscripto».

Por su parte, el comandante en jefe del Ejército, Javier Iturriaga, comentó que  «este documento es parte de nuestro protocolo desde hace muchos años y que, busca que la persona, de manera consciente, una persona adulta, pueda determinar si efectivamente tuvo alguna situación, o declarar que efectivamente tuvo maltrato».

Consultado respecto a si el acta podría ser una acción coercitiva, respondió que «puede ser visto así, pero este no es un documento que nació producto de esta situación. Es un documento que lleva muchos años y es parte de nuestro protocolo. Esto se hace con los alumnos de las escuelas matrices, con los soldados que se licencian, con los suboficiales que piden su retiro. Es un documento absolutamente normal».

«Ese documento no es para nada secreto, así es que, si un soldado quiere llevarse una copia, puede hacerlo», concluyó.