22 de noviembre 2024

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De acuerdo a la Encuesta Nacional de Empleo (ENE) elaborada por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), durante el trimestre móvil julio-septiembre la tasa de desocupación en Chile no presentó una variación «estadísticamente significativa» y bajó levemente en 0,4 puntos porcentuales (PP) y se ubicó así en 8%.

La cifra se explica producto del alza de la fuerza de trabajo (5,5%), menor a la presentada por las personas ocupadas (6,0%). Por su parte, las personas desocupadas aumentaron 1,0%, anotando su primera expansión anual, después de disminuciones sostenidas desde inicios de 2021, incididas por aumentos tanto de quienes se encontraban cesantes (0,7%) y aquellas personas que buscan trabajo por primera vez (4,4%).

Las tasas de participación y de ocupación se situaron en 59,7% y 54,9%, creciendo 2,6 pp. en ambos casos. En tanto, la población fuera de la fuerza de trabajo disminuyó 5,1%.

La directora del INE, Sandra Quijada, explicó que «lo que estamos observando es que teníamos personas fuera de la fuerza de trabajo que se están incorporando a esta, ya sea como ocupados o como desocupados. Entonces, sucede que en los periodos anteriores teníamos diferencias estadísticamente significativas en los últimos doce meses, lo que no se ha generado en los últimos dos periodos».

En ese sentido, profundizó que «la base de comparación que teníamos en 2020 respecto al 2021, e incluso a principios del 2022, seguía siendo muy alta. Teníamos todavía muchas personas fuera de la fuerza de trabajo. Y además, las personas que estaban desocupadas versus las que estimábamos en los trimestres anteriores no tenían mucha diferencia, la ocupación seguía creciendo. Es más, en este caso particular, en este trimestre móvil, la ocupación sigue creciendo en doce meses, no así respecto del trimestre móvil anterior».

En resumen, señaló que «hay una mayor presión de las personas por ingresar al mercado del trabajo y está no está siendo absorbido por el mercado del trabajo con la demanda respectiva para que la tasa de desocupación se mantenga en niveles inferiores a los hemos estado estimando».

«Entonces, lo que pasa acá es que la base de comparación es cada vez menor, por lo tanto, queda menos espacio en la demanda que se genere en el mercado para que esta absorba la oferta que se está generando con el ingreso tanto de los inactivos potencialmente activos como de los inactivos habituales que hemos estado viendo en los últimos dos trimestres móviles», concluyó.

En las mujeres, la tasa de desocupación se situó en 8,3%, decreciendo 0,3 pp. en el período, las tasas de participación y ocupación se situaron en 49,7% y 45,6%, incrementándose 3,5 pp. y 3,4 pp., en cada caso. En los hombres, la tasa de desocupación fue de 7,9%, disminuyendo 0,4 pp. en un año, mientras que las tasas de participación y ocupación se situaron en 70,2% y 64,6%, expandiéndose 1,7 pp. y 1,8 pp., en cada caso.

Alza de personas ocupadas

El alza de las personas ocupadas fue incidida tanto por las mujeres (8,9%) como por los hombres (3,9%). Sin embargo, la dinámica de la variación de la ocupación en doce meses muestra su menor ritmo de expansión del periodo de alzas, donde la tasa de recuperación de la ocupación se ha estancado en torno a 95%-96%, respecto al peor momento de la pandemia.

Los sectores que contribuyeron al aumento fueron minería (31,5%), hogares como empleadores (25,6%) e industria manufacturera (6,1%), en tanto que, por categoría ocupacional, el alza se observó en personas asalariadas formales (6,4%) y trabajadoras por cuenta propia (3,8%).

Informalidad

La tasa de ocupación informal alcanzó 27,1%, decreciendo 0,5 pp. en doce meses. Las personas ocupadas informales aumentaron 3,7%, incididas por las mujeres (11,2%) y por las personas asalariadas privadas (8,2%).

En tanto, en las mujeres y en los hombres la tasa consignó 28,9% y 25,7%, con variaciones de 0,6 pp. y -1,5 pp., respectivamente

Estacionalidad y volumen de trabajo

La tasa de desocupación ajustada estacionalmente (que elimina los efectos de los factores exógenos estacionales de naturaleza no económica que influyen en su comportamiento coyuntural) se situó en 7,9%, aumentando 0,2 pp. con respecto al trimestre móvil anterior.

En doce meses, el volumen de trabajo, medido a través del número total de horas efectivas trabajadas por las personas ocupadas, ascendió 7,5%. De igual modo, el promedio de horas trabajadas creció 1,5%, llegando a 37,5 horas.

La tasa combinada de desocupación y fuerza de trabajo potencial (que mide el número de personas desocupadas más personas iniciadoras disponibles e inactivos potencialmente activos) alcanzó 15,6%, con una reducción de 1,5 pp. en el período. En los hombres se situó en 14,0% y en las mujeres, en 17,8%. La brecha de género fue 3,8 pp.

Región Metropolitana

Por su parte, en la Región Metropolitana la tasa de desocupación del trimestre en análisis alcanzó 8,4%, disminuyendo 0,8 pp. en doce meses producto del alza de 3,8% de la fuerza de trabajo, inferior en magnitud a la variación registrada por las personas ocupadas (4,7%).