23 de noviembre 2024

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Según informó la agencia EFE, el diario británico The Sunday Times el príncipe Carlos, heredero al trono británico, aceptó en 2013 un donativo de un millón de libras (1,2 millones de euros, al cambio actual) para sus organizaciones benéficas.  Según el diario, la donación procedía de la familia del terrorista saudí Osama bin Laden. 

De acuerdo con el periódico, el futuro rey recibió el dinero de Bakr bin Laden, el patriarca actual de la rica familia saudita, y su hermano Shafiq, ambos hermanastros por parte de padre de Osama, el fundador de Al Qaeda que fue ejecutado en 2011, al ser acusado de estar detrás los atentados del 11 de septiembre de 2001 en EE. UU. El diario precisa que no hay indicios de que los hermanastros estuvieran vinculados con las actividades del dirigente islamista. 

Según el Sunday Times, Carlos, que tiene ahora 73 años, se reunió con Bakr, de 76, en su palacio de Clarence House, en Londres, el 30 de octubre de 2013, dos años después de la muerte de Osama bin Laden. El heredero aceptó el donativo, pese al consejo expreso de varios asesores, que le advirtieron de que «no sería bueno para nadie» y podría dañar su reputación. De acuerdo con el diario, el príncipe pensó que rechazarlo sería embarazoso de cara al empresario saudí. 

El dinero se depositó, a través del banco de la monarquía Coutts, en la cuenta del Fondo Benéfico del Príncipe de Gales (PWCF, por sus siglas en inglés), que distribuye subvenciones a organizaciones británicas sin ánimo de lucro, y la junta de este Fondo lo aceptó formalmente a posteri. 

En un comunicado, Ian Cheshire, presidente del PWCF, ha asegurado que «la donación de Bakr bin Laden en 2013 fue cuidadosamente considerada» y acordada por los cinco fideicomisarios de la época, si bien, según el Times, al menos uno expresó sus dudas.