22 de noviembre 2024

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  • Este martes la comisión de Constitución de la Cámara de Diputados retomará la votación del proyecto que crea el Servicio de Reinserción Juvenil, votación en la que la diputada Pamela Jiles ha hecho ver que la normativa incumple estándares internacionales en materia de Derechos Humanos.

Uno de los argumentos de la legisladora es que en el artículo 2, que plantea el objeto del Servicio de Reinserción Juvenil, el Ejecutivo no se hacía cargo de garantizar el respeto de los Derechos Humanos de niños, niñas y adolescentes, y sólo planteaba el concepto de resguardar dichos derechos.

Finalmente y ante la observación de la diputada Jiles y otros integrantes de la comisión de Constitución, el gobierno rectificó y se allanó a establecer el criterio de garantizar, lo que fue aprobado por la instancia legislativa.

Sin embargo, la diputada Pamela Jiles, mantuvo sus críticas al proyecto que en su opinión es «negativo y peligroso» porque, como manifestó «el objeto general de este proyecto se limita a medidas y sanciones, dejando fuera la reinserción, la rehabilitación social y las medidas necesarias para comprender el fenómeno antijurídico con el fin de tratarlo adecuadamente y de forma integradora. En la totalidad de este proyecto hay un desconocimiento del interés superior de niños, niñas y adolescentes que debería primar en el espíritu y la letra de esta legislación».

«Otro de los graves defectos que tiene esta legislación es que no hace una real diferencia respecto de la ley penal común, cuestion gravísima al tratarse de niños, niñas y adolescentes entre 14 años y 18 años. “Me parece completamente violento e inadecuado utilizar términos como segregación, segmentación o grados de peligrosidad, cuando estamos hablando de niños, niñas y adolescentes»; subrayó Pamela Jiles.

La legisladora puntualizó que «esta legislación no se ocupa de la necesidad de una atención especial por identidad de género respecto de estos adolescentes y tampoco de su salud mental o física, o de su pertenencia a grupos originarios, o con capacidades diferentes, o cualquier otra condición especial. Tratándose de niños, niñas y adolescentes no deberíamos hablar de segmentación, segregación ni menos de grados de peligrosidad».