21 de noviembre 2024

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  • La postergación de la doble fecha clasificatoria crea un problema tremendo para cumplir con los tiempos programados. Pero el asunto va más allá, porque el futuro sanitario es muy incierto.

Por JULIO SALVIAT de El Ágora.


Como cada cual vela por sus intereses, tres países sudamericanos pidieron la postergación de las fechas programadas para fines de este mes por las Clasificatorias para el Mundial de Qatar: Brasil, Colombia y Paraguay.

¿Razones sanitarias?… ¿Temor a contagiar o ser contagiadas por el bicho maldito?… ¿Preocupación justificada?

Nada de eso, señores (y señoras): esos tres países son los que más jugadores tienen actuando en las ligas de Alemania e Inglaterra, dos de las Federaciones que habían anunciado que no liberarían a sus futbolistas para tales acontecimientos, aprovechando que la FIFA borró temporalmente la obligación que tenían los clubes de ceder sus jugadores en las instancias mayores.

Chile estaba contento, porque Paraguay dejaría en Inglaterra a dos de sus mejores figuras. Argentina, a la vez, se sobaba las manos porque Brasil, su tarea más difícil, tiene a 25 jugadores luciéndose en la Premier League y a otros diez sudando en la Bundesliga. En cambio, solamente Charles Aránguiz (en Alemania) y Franscisco Sierralta (en Inglaterra) faltarían en la nómina nacional.

Para felicidad de esos tres países, ganaron los malos esta vez: La Confederación Sudamericana de Fútbol comunicó que había resuelto suspender la doble fecha clasificatoria prevista para el 25,26 y 30 de este mes, aduciendo que “la decisión obedece a la imposibilidad de contar en tiempo y forma con todos los jugadores sudamericanos”.

De este modo, quedan para mejores tiempos los duelos de Argentina con Uruguay, Bolivia con Perú, Chile con Paraguay, Colombia con Brasil y Venezuela con Ecuador por la quinta fecha; y los de Brasil con Argentina, Ecuador con Chile, Paraguay con Colombia, Perú con Venezuela y Uruguay con Bolivia por la sexta.

El problema es cómo arreglar el entuerto, porque el tiempo es escaso y la situación, incierta. Ya era un problema juntar en la misma época las Clasificatorias mundialistas con la Copa América, dispuesta para que comience el 11 de junio y termine el 10 de julio. ¡Un mes menos apara partidos clasificatorios y para la normalidad delos torneos locales! El asunto se agrava porque no hay intención de postergar el sorteo mundialista, programado para abril próximo, para jugar otra fecha en esos días.

Se están proponiendo soluciones, y ninguna concita unanimidad. La que adquiere mayor fuerza y parece la más razonable es jugar dos fechas triples inmediatamente antes y después de la Copa América.

De cualquier modo, nada puede asegurar que para esos días la pandemia haya retrocedido y permita la normalidad. Tal como van los números, parece que el asunto es al revés: que para entonces habrá más restricciones de viajes y de espectáculos.

Si es así, hasta el Mundial queda en peligro.

Y no puede ser de otra manera, porque el mundo entero está en peligro.

Visto así, esta vez las maldades de los poderosos y las intrigas de la FIFA tienen por ahora una sabanita de justificación.