24 de abril 2024

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  • Este 10 de diciembre, cuando se conmemora el Día Internacional de los Derechos Humanos, el Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) presentó su Informe Anual 2020, sobre la situación de los derechos humanos en Chile, que abordó la situación de los DD.HH. en contexto de Covid-19.

La crisis sanitaria representa una de las mayores amenazas para la salud de la humanidad en las últimas décadas y afectó el diario vivir de millones de personas. Cómo respondió el Estado a este gran desafío, que excedió con creces el ámbito de la salud, y cuál fue el impacto sobre los derechos fundamentales de las personas, desde la perspectiva del derecho internacional de los derechos humanos, es lo que analiza el Informe Anual 2020, del Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH).

Dada la integralidad, indivisibilidad e interdependencia de los derechos humanos, las medidas extraordinarias y urgentes, que tomó el Estado para hacer frente a la pandemia, afectaron a un amplio conjunto de derechos. “La afectación del derecho al agua compromete el derecho a la salud y este, al no ser garantizado, perjudica, en los hechos, indefectiblemente el derecho al trabajo. Por ello la promoción de uno debe tomar en consideración la protección de los otros”, explicó el director del INDH, Sergio Micco.

El Informe de más de 300 páginas, fue elaborado por un equipo que supera los 30 investigadores e investigadoras y que trabajaron más de nueve meses, desde el momento en que el Consejo de la institución autónoma de derechos humanos en Chile, compuesta por 11 integrantes que representan a distintas visiones de nuestra sociedad, tomó la decisión de dedicar su informe anual, sobre la situación de los derechos humanos en nuestro país, al impacto del Covid-19.

Son cuatro áreas de derechos fundamentales los que se analizan en profundidad: salud, educación, trabajo e ingresos, y civiles y políticos. El director INDH, Sergio Micco, expuso las cinco grandes lecciones que se desprenden del Informe:

  • El Estado debió considerar la interdependencia, integralidad e indivisibilidad de los derechos humanos en su respuesta, porque los DD.HH. no se pueden separar “la afectación del derecho al agua compromete el derecho a la salud y que este, al no ser garantizado, perjudica, en los hechos, indefectiblemente el derecho al trabajo”, explicó el director.
  • La pandemia no afectó a todos y todas por igual. “La emergencia reveló una vez más el modo en que la desigualdad nos caracteriza, en este caso en la manera en que se distribuyen tanto los efectos negativos de la crisis”, expresó.
  • “Poner a los derechos humanos y especialmente los derechos económicos, sociales y culturales en el centro del debate”, dice Micco.
  • Promover la participación y transparencia en el desarrollo de políticas públicas.
  • La importancia del civismo. “Si algo nos enseña la pandemia es que no da lo mismo el contar con una sociedad activa y no pasiva, con instituciones políticas decentes, y no venales, o con una ciudadanía celosa en la defensa de sus derechos, en el respeto de los derechos de los demás”, indicó el director.

La emergencia sanitaria reveló una vez más el modo en que la desigualdad afecta la manera en que se distribuyen los recursos para hacerles frente, señala el Informe, agregando que, es necesario tener en cuenta que la pandemia, afectó profundamente la vida cotidiana de todas las personas y continuará haciéndolo por un tiempo indeterminado.

“Reconstruir mejor. Esa es nuestra consigna para invitar a pensar que sí es posible levantarse desde el sufrimiento con la esperanza de que tanto dolor pueda servir para imaginar y construir un futuro positivo. De ahí nuestra esperanza respecto del proceso constituyente”, finalizó el director Sergio Micco.

DESAFÍOS

El 2020, dijo el INDG, «nos deja lecciones para repensar la sociedad que queremos, con los derechos humanos en el centro y la conciencia de su integralidad, indivisibilidad e interdependencia»:

  • El derecho al empleo e ingreso de las personas, fue afectado profundamente y aún no se logra estimar cuál será su impacto en el futuro. Para el INDH, esto abre la oportunidad de discutir qué estándar de trabajo e ingresos queremos, desde una perspectiva de derechos humanos.
  • A nivel de salud y tras lo analizado por el INDH, el gran desafío será aprender a vivir con el Covid-19 a la espera de una vacuna. Mantener las estrategias de combate a la pandemia y encontrar un equilibrio entre el derecho a la salud y otros derechos. Paralelo a ello, se debe readecuar la oferta de servicios de salud y enfrentar las prestaciones que fueron suspendidas por la pandemia y que siguen pendientes, además de desarrollar estrategias para abordar la salud mental. Cuando llegue el momento, por ejemplo, se deberá poner especial atención en una distribución equitativa de la vacuna a nivel nacional.
  • En el ámbito educacional, los efectos negativos no fueron iguales para todos los y las estudiantes. Lo más afectados fueron los más vulnerables, quienes viven en hogares pobres y de menor capital cultural y tecnológico. En este escenario, es clave reestablecer la educación presencial y complementarla con la enseñanza remota, considerando la diversidad de situaciones socioeconómicas y culturales, y la participación de todos los actores relevantes, que permitan la recuperación de las pérdidas del aprendizaje y prevención de la deserción educacional.
  • A nivel de derechos civiles, y teniendo en cuenta que en el corto plazo Chile vivirá un nuevo proceso eleccionario, se debe garantizar el derecho a voto de todas las personas habilitadas para ello, adoptando medidas que permitan, incluso, a las personas contagiadas por Covid-19 ejercer el derecho al sufragio de forma segura, para ellos y para el resto de los votantes.