26 de julio 2024

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  • La atleta y doctora batió en un evento en Bruselas la marca de los 1.500 metros que tenía la curicana Alejandra Ramos desde… 1990. Lo curioso es que la plusmarca data de antes que naciera Josefa Quezada

Por Pedro Lira Bianchi de Revista El Ágora


El 15 de septiembre de 1990, en España, la atleta curicana Alejandra Ramos, puso la mejor marca de Chile hasta ese momento en los 1.500 metros. Su tiempo fue de 4 minutos 13 segundos y 7 centésimas. Ese récord fue pulverizado este domingo 26 por la doctora chilena Josefa Quezada, 32 años, quien corrió las tres vueltas y media a la pista en un excelente 4.10.76 en la serie 1 del torneo IFAM Outdoor, realizado en Bruselas, Bélgica, la segunda gira de su vida atlética, que la tendrá por Europa durante dos meses.

Lo llamativo del logro de Josefa Quezada es que el récord de Alejandra Ramos es anterior a su nacimiento, que fue el 30 de abril de 1992, es decir, un año y medio después de la plusmarca de la ex periodista.

La atleta chilena obtuvo el octavo lugar entre diez corredoras. Fue la única latinoamericana de la carrera. La prueba la ganó la representante de Países Bajos, Marissa Damink, con 4.06.13; segunda fue Vera Hoffmann, de Luxemburgo, con 4.07.57, y tercera la alemana Jolanda Kallabis, con 4.07.90.

Nos comunicamos con Alejandra Ramos para requerir su opinión y declaró que se hallaba muy contenta: “Sentía que este año o muy luego se iban a batir las mejores marcas de los 800 y 1.500 que puse en Europa en los inicios de los ´90. Hoy le tocó a los 1.500. Me parece muy bien y espero que se mejore más”.

Previo a este nuevo récord de Chile, Josefa Quezada tenía en los 1.500 metros la marca de 4.13.67, lo que significa que existe bastante margen para que en competencias de buen nivel, como la experimentada en Bélgica, pueda seguir superando su actual crono. Una demostración de lo anterior es que en el reciente Campeonato Iberoamericano de Cuiabá, Brasil, hace tres semanas, Quezada había logrado el quinto puesto en los 1.500 metros con una marca de 4.15.43. Es decir, en un breve tiempo mejoró casi 5 segundos.

Hay que indicar que Quezada también posee el récord nacional de los 3.000 metros planos, establecidos en Concepción, Chile, el 17 de marzo de 2022 con una marca de 9.13.73.

Josefa Quezada ocupa con la nueva marca de Chile de los 1.500 metros la ubicación número 70 para los 45 cupos que tendrá esta prueba en los Juegos Olímpicos de París 2024. Es decir, tiene que remontar 25 puestos para poder llegar a la capital francesa, cuestión no imposible, pero es difícil, según reconocen los entendidos en la materia. La marca mínima para esta prueba para los próximos Juegos es de 4.02.50.  

Oriunda de Santiago, Josefa Quezada es médico cirujano de la Universidad de Santiago (Usach), con especialidad en Otorrinolaringología. En los últimos años ha trabajado en los hospitales de Concepción (vivió y trabajó la pandemia allí), para, posteriormente, trasladarse a Castro.

En el presente, está de regreso en la capital penquista, donde cuenta con mejores condiciones para su atletismo, entre otras, estar cerca de su entrenador, el conocido y experimentado mediofondista Jorge Grosser, quien compitió a nivel olímpico en México 1968 en los mismos 1.500 en que hoy brilla su pupila.

Grosser conoció a Quezada hace casi 6 años, desde 2019, y le ofreció hacer atletismo más competitivo. Con su experiencia, Grosser encontró que Quezada tenía condiciones no habituales para el mediofondo e intuyó que podría llegar a lograr récords.

Tenía razón. La atleta aceptó el desafío y dejó de entrenar con la profesora de la Usach Roxana Silva, de quien tiene un especial afecto y amistad.

El Ágora se contactó con Jorge Grosser, quien, amablemente, señaló que “estamos muy felices con Josefa por esta marca”.

-¿Cómo comenzó su trabajo con Josefa Quezada?

“Ella está trabajando con el grupo aproximadamente hace seis años; cuando llegó a Concepcion hizo su especialidad como médico otorrino y ahí la conocí. Tenía recomendaciones del entrenador Gerardo San José. Ella practicaba atletismo en su universidad, la USACH, pero no con una ambición de proyectarse como atleta de élite. Ahí entreno dos años con marcas muy promisorias y se enamoró de este deporte.

Terminó su especialidad y fue enviada a ejercer a Castro donde mostró su temple. A pesar de estar sola en Castro como atleta, con un clima no muy apto para el deporte al aire libre, cumplía con su plan de entrenamiento y quería estar en el Panamericano de Santiago 2023”.

-¿Cómo se contactaban en aquel entonces?

“Todos los días nos comunicábamos por teléfono y con su disciplina el año 2022 logra el récord de Chile en 3.000 planos. Al año siguiente, el 2023, Josefa regresa a Concepción y tiene su primera gira a España. En los Juegos de Santiago 2023 compite y logra un resultado regular, aunque su marca de 4.15 es promisoria. Ese año no se pudo cumplir todo lo planificado pues hubo lesiones que no lo permitieron”.

-¿Cómo la ha visto en el 2024?

“Este año ha trabajado duro y sin problemas. Insisto en destacar su disciplina y pasión por lo que hace. Tiene carácter y lo que proyecta lo hace”.

Para graficar un día normal de Josefa. Viaja a Lota a su trabajo médico, regresa a Concepción a las 18:00 y entrena. A las 20:00 tiene kinesiología 2 a 3 veces a la semana. Esto, de lunes a viernes. Los sábados y domingos también entrena, pero con menos carga. Hay que tener temple.

-¿Cómo se logra un récord que data de 33 años?

“Diría que este récord es el resultado del querer y poder vencer todas las dificultades puestas en este camino largo, pero con final feliz. Si tú me preguntas la diferencia que marca ella, es la pasión y el amor por lo que hace. Ahora que está en su segunda gira por Europa, seguimos unidos por celular. Estará allá dos meses en España, por ahora con recursos propios. Esperamos seguir en esta senda.

Para terminar, deseo recordar en este momento a esa gran atleta que ha sido Alejandra Ramos. Es un honor para las atletas del presente, poder batirle sus dos récords, de 800 y 1.500 metros”.