22 de noviembre 2024

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Cuando Chile por fin había logrado desmoronar el muro defensivo de Bolivia, una mano dentro del área de Maripán les dio a los altiplánicos la primera posibilidad de rematar al arco. Lo hizo el goleador de estas Clasificatorias, Marcelo Moreno, y decretó el lapidario 1-1.

Por JULIO SALVIAT 

Los micrófonos y las grabadoras aguantan todo. Declaraciones de Marcelo Moreno, el goleador histórico de Bolivia y máximo anotar en estas Clasificatorias: “A Chile vamos a jugarle sin miedo. Tenemos todo para plantearles un partido de igual a igual”.

A los diez minutos, los altiplánicos tenían a nueve de sus jugadores metidos en su área, a otro en el semicírculo y al undécimo en su mediocampo. Y Chile los bombardeaba desde todos lados. Y a la media hora de juego, las estadísticas eran concluyentes: 223 contra 54 en pases, 76 contra 24 en tenencia de balón; 7 contra uno en remates al arco, cinco contra cero en tiros de esquina.

Y el marcador no se movía.

Al comienzo fueron los postes los que salvaron a Carlos Lampe, el arquero boliviano; a los 4’ un balazo de Eduardo Vargas, habilitado por Charles Aránguiz, que hizo dar la pelota en el vertical. A los 7’, un empalme de Francisco Sierralta, que conectó debajo del arco un centro rasante de Vargas y tiró la pelota contra el travesaño. Después, los defensores, que aguantaron pelotazos de todas las potencias. Más tarde, los propios atacantes chilenos, que desviaron remates desde buena posición o le dieron justo al que estaba cuidando su arco en la raya, como ocurrió con José Sagredo para evitar un gol de Alexis Sánchez.

Años que no se veía en una cancha chilena un bombardeo tan constante. La pelota duraba segundos en los pies de los que usaban camiseta verde, y el arquero Claudio Bravo se limitaba a mirar desde lejos. Mauricio Isla horadaba por la derecha, haciendo buena dupla con Jean Meneses, y Eugenio Mena los enloquecía por la izquierda habilitado casi siempre por Alexis.

Y al descanso se fueron con la diferencia estadística ampliada y el marcador sin moverse.

Tres cambios en el conjunto visitante le dieron otra tonalidad al partido en la segunda etapa. Los recién ingresados le permitieron a Bolivia presionar un poco más arriba y equilibrar un tanto el juego.

Los peligros siguieron produciéndose en las cercanías de Lampe, pero sin la continuidad del primer tiempo. Isla perdió precisión en sus centros, Mena ya no fue tan bien aprovechado y Vargas siguió equivocándose. El ingreso de Luis Jiménez significó otra dificultad para la defensa altiplánica y el esperado gol llegó en el momento oportuno para, en teoría, abrir de una vez por todas ese muro tan cerrado. La jugada la inició Mena, la siguió Charles Aránguiz con una habilitación muy precisa y la culminó Erick Pulgar con un cabezazo certero.

En ese momento, Chile quedaba cuarto en la tabla de posiciones y se le presentaba un panorama alentador con el adelantamiento boliviano. Pero el destino le tenía preparada otra sorpresa a La Roja y otra desgracia a Guillermo Maripán. Una pelota pifiada por un delantero boliviano le dio en el brazo al central chileno y el árbitro paraguayo gastó un par de minutos para ratificar lo evidente: penal.

El servicio de Moreno Martins fue perfecto, y las ilusiones quedaron en el suelo. En su primer disparo al arco en 80 minutos, Bolivia encontró el empate. Y casi gana con un segundo disparo, ya en los descuentos, cuando Erwin Sánchez, hijo del histórico “Platini”, elevó desde cerca.

La noche de la desgracia, habrá que llamarla, porque Chile lo tuvo todo para ganar, sacudirse de sus complejos y encaminarse a Qatar y, en cambio, dilapidó la ganancia obtenida en Argentina y se quedó entre los que por ahora miran desde lejos el próximo Mundial.

Tal vez es tarde para decirlo, pero ese partido debió jugarse en Viña del Mar, a nivel de océano, y no en la altura de San Carlos de Apoquindo, donde los bolivianos se sentían como en su casa. El culpable en eso fue el entrenador. Y los cómplices, los dirigentes, que le aguantaron la tincada.

PORMENORES

CHILE (1): Claudio Bravo; Francisco Sierralta (85’, Fabián Orellana), Gary Medel, Guillermo Maripán; Mauricio Isla, Charles Aránguiz, Erick Pulgar, Eugenio Mena; Alexis Sánchez, Eduardo Vargas (65’, Luis Jiménez) y  Jean Meneses 85’, Felipe Mora). DT: Martín Lasarte.

Bolivia (1): Carlos Lampe; Diego Bejarano, Adrián Jusino, Luis Haquin, José Sagredo; Leonel Justiniano, Danny Bejarano (70’, Diego Wayar), Henry Vaca (46’, Gilbert Álvarez), Boris Céspedes (46’, Juan Carlos Arce); Marcelo Moreno Martins (88’, Erwin Sánchez) y Rodrigo Ramallo (46’, Jorge Flores). DT: César Farías.

GOLES: 69, Pulgar, cabezazo (CH); 80’, Moreno, penal (BOL).

AMONESTADOS: Medel y Pulgar (CH);Vaca, Danny Bejarano y Justiniano (BOL).

EXPULSADOS: No hubo.