Por EDUARDO BRUNA de El Ágora.
El caso de la ministra del Deporte, Cecilia Pérez, es digno de figurar en algún capítulo de “La Dimensión Desconocida”, antigua e icónica serie de televisión que abordaba episodios misteriosos y paranormales.
Y es que, el pasado 27 de abril, en una reunión de la Comisión de Deportes de la Cámara de Diputados, Cristián Aguila, Jefe de la División Jurídica del Instituto Nacional de Deportes (IND), no sólo trató con prepotencia a los miembros de la Anfuchid (Asociación Nacional de Funcionarios de Chiledeportes), que habían acudido a hacer una serie de denuncias de irregularidades que están ocurriendo en el servicio, sino que negó, con una cara de palo digna de cualquier funcionario de este gobierno inepto y chanta, que la ministra, Cecilia Pérez, tuviera nuevas y flamantes oficinas construidas al interior del Estadio Nacional.
Como se recordará, El Agora denunció en su momento este escándalo: que, a pesar de las muchas restricciones en los gastos, por una baja sustancial del presupuesto para el Ministerio y el IND, la ministra Cecilia Pérez se había mandado a construir una oficina a todo pasto al interior del principal recinto deportivo del país.
Algo así como 100 millones de pesos le costó al erario nacional el antojo de la ministra, que nunca aceptó las oficinas que le correspondían en el edificio institucional, ubicado en calle Fide Oteíza de la comuna de Providencia.
O las encontró muy poca cosa para su alta investidura o lisa y llanamente no tenía la menor intención de compartir y tener que codearse con funcionarios de medio pelo. ¡Qué se han creído…!, debe haber pensado la señora Pérez, que a pesar de su ineptitud y nulo conocimiento del deporte, fue ubicada allí por ser claramente la regalona de Piñera.
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Y de que goza de privilegios que otros subordinados del “mandatario” no tienen, quedó en claro cuando hizo pasar al Ejecutivo por un colosal papelón sin que le dieran el sobre azul. Como “donarle” a la ANFP, con gran parafernalia y asistencia masiva de la prensa, un paño de terrenos en los faldeos del Cerro Chena, para que el fútbol construyera allí el nuevo “Juan Pinto Durán”.
Fue un chasco total, porque al día siguiente el Ejército declaró que ellos no habían sido consultados y que no tenían ni la más mínima intención de donar esos terrenos .
¿Qué dijo Aguila, luego de tratar de la peor manera a los miembros de la Anfuchid? Que sólo se habían remodelado las oficinas de la administración del Estadio Nacional, pero que en ningún caso se le había construido una oficina especial a la ministra y que, por lo mismo, ella no trabajaba allí.
El problema es que, si no trabaja allí, ¿entonces dónde? Porque en Fidel Oteíza no la han visto nunca, salvo en casos muy puntuales y a la pasada. En los demás recintos que administra el IND, consultados por la Anfuchid, también dejaron en claro que la ministra nunca está.
¿O es que la ministra lleva haciendo trabajo telemático desde su nombramiento como ministra, en octubre de 2019? Pareciera que no, porque las veces que ha aparecido en televisión para opinar con toda soltura acerca de diversos temas, lo ha hecho curiosamente desde el Estadio Nacional.
Lo dicho: su caso es digno de ser considerado como un episodio de “La dimensión Desconocida”. O como un capítulo más de “El día menos pensado”, en que Carlos Pinto abordaba todo tipo de hechos tan misteriosos como insondables.
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