22 de noviembre 2024

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En un partido amistoso que rozó el bochorno en cuanto a lo organizativo, el equipo azul derrotó 2-1 a Talleres de Córdoba.

Por SERGIO GILBERT / Foto: ATON


Los partidos amistosos siempre tienen una especie de “manga ancha” que es aceptable por todos. Por ejemplo, la gran cantidad de cambios que se hacen -y que son previamente acordados por los protagonistas- desnaturalizan la lucha, pero eso importa poco: lo principal es que, con ellos, los entrenadores pueden sacar conclusiones al ver en acción a muchos de sus jugadores.

Pero eso no implica que los amistosos sean una chacota. Y el que jugaron Universidad de Chile y Talleres de Córdoba lo fue por muchas circunstancias, lo que resulta derechamente inaceptable.

¿Qué paso?

Vamos viendo.

El encuentro se terminó jugando en una de las canchas del entrenamiento del Centro Deportivo Azul (CDA) porque el estadio Santa Laura, donde estaba previamente fijado, no estaba habilitado (se está arreglando el terreno de juego y no se alcanzó a terminar la obra).

No es todo. El partido se fijó a las 19 horas, lo que le fue comunicado recién en horas de la mañana a ambos planteles con el consiguiente desorden provocado en la planificación.

¿Algo más? Sí. La cancha del CDA no estaba en buenas condiciones e incluso la demarcación del círculo central era para la risa: era sinuosa, imperfecta. Como redondela hecha a pulso, sin compás.

Para terminar, cuando el encuentro ya había jugado su primer tiempo, el DT de los argentinos, Javier Gandolfi, amenazó con no presentar a su equipo en la segunda fracción. La razón es que no aceptaba jugar con 10 futbolistas (todos ellos nuevos con respecto a los que actuaron en los primeros 45 minutos) a pesar de la expulsión sufrida por el colombiano Diego Valoyés. Gandolfi insistía que se trataba de un amistoso que le había producido más perjuicio que beneficio a su equipo y que, por tanto, debían dejarlo sumar a un nuevo jugador.

Lo curioso es que en la banca de la U apoyaban la postura de Gandolfi porque el DT Mauricio Pellegrino mandó a la cancha un equipo de 11 jugadores, aunque también uno de los suyos había recibido cartulina roja en el primer tiempo: el volante Luis Felipe Gallegos.

La tensión iba en aumento toda vez que el árbitro José Cabero se negaba a reiniciar el partido si ambos equipos no sacaban a un jugador por lado. Hubo de intervenir entonces el director deportivo de la U, Manuel Mayo, quien tras consultar a la organización, le señaló a los entrenadores que debían jugar con 10 futbolistas el segundo tiempo, algo que fue aceptado a regañadientes por los argentinos.

DOS EQUIPOS Y ALGUNA CERTEZAS

Pasemos al fútbol.

La U terminó ganando el partido por 2-1 con anotaciones de Guerra (1’) y Palacios (48’) y descuento de Frutos (82’).

El DT Mauricio Pellegrino pudo ver en acción a todos los jugadores que había convocado para el encuentro porque utilizó dos alineaciones.

En el primer tiempo, los azules formaron con C. Campos: J. Gómez, N. Domínguez, M. Zaldivia, J. Castro: F. Mateos, E. Ojeda, L.F. Gallegos: R. Huerta, N. Guerra y L. Fernández.

En la segunda fracción, Pellegrino mandó a la cancha a C. Campos (78’, P. Garrido); Y. Andía, L Casanova, I. Tapia, D. Navarrete; I. Poblete, E, Fernández (87’, C. Pardo), M. Morales; F. Lobos y C. Palacios.

Pese a la cantidad de variantes, igual en el partido ante Talleres quedaron expuestas algunas certezas que servirán para que el cuerpo técnico azul tome algunas decisiones de cara al inicio del Torneo Nacional.

-Hay falencias por el sector izquierdo de la defensa: La U sufrió mucho por ese lado. Primero Castro y luego Navarrete fueron constantemente desbordados, lo que implicó que primero Zaldivia y luego Tapia tuvieran que abrirse, dejando un forado que, en otras circunstancias, puede ser letal para la U. Aunque otra de las alternativas (Morales) está en la selección Sub 20, la llegada de un lateral izquierdo parece urgente.

-Leandro Fernández ya es titular: El ex delantero de Independiente ya se hizo imprescindible en el esquema ofensivo de Universidad de Chile. Tiene movilidad, remate y, fundamentalmente, buena visión de juego. ¿Dónde aporta más? Donde él se sienta más cómodo para recibir la pelota. No debe ser utilizado en un puesto determinado. Debe tener libertad.

-Mateos busca su destino: Federico Mateos no ha sido aún trascendente en la U como lo era en Ñublense. Quizás le ha pesado la responsabilidad en algún grado, pero pareciera ser que es cosa de que se ajuste su posición en el campo de juego. Ante Talleres, cuando se posicionó a la altura de Ojeda, fue más importante que jugando por el costado derecho como volante externo.

El esquema táctico debe mutar: Mauricio Pellegrino ha elegido en los amistosos jugar desde un inicio con un 4-3-3. Pero poco a poco se ha dado cuenta de que debe transformar el dibujo porque, entre otras cosas, no cuenta con aleros especialistas. Así, ante los argentinos el esquema cambió a un 4-3-1-2 en el primer tiempo y a un 4-4-1 en el segundo (con 10 jugadores) lo que parece más cercano a las características de sus jugadores.

Revisa el resumen del encuentro: