17 de abril 2024

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El desabrido empate con Palestino puso a la “U” en la coyuntura del receso con la tarea apremiante de volver a construir un proyecto futbolístico sin definir, hace tiempo, entre lo urgente y lo importante.

Tras seis meses, la salida anunciada del técnico Rafael Dudamel deja un balance deficiente en los números, con un opaco noveno lugar sustentado en apenas 12 puntos. El entrenador se fue con un rendimiento cercano al 46% en 25 partidos: 8 triunfos, 11 empates y 6 derrotas, y absolutamente divorciado de las aspiraciones -a veces irreales-, de los hinchas que aman tanto la camiseta como añoran los esporádicos momentos de celebración,

No exento de una trayectoria profesional considerable donde resalta el subcampeonato mundial Sub 20 con Venezuela en 2017, el entrenador nunca logró sintonía interna en el club y desde su llegada se hizo evidente el distanciamiento con la prensa.

SIN LLORAR NI QUEJARSE

En rigor, Dudamel no era “un producto” valorado ni reconocido en sus méritos, en un medio donde el periodismo a menudo se somete con mayor facilidad a la tradicional supremacía -más allá de sus capacidades, claro- de los DTs argentinos y uruguayos.

Es difícil comprobaro, pero parece evidente que hubo cierto sesgo en la aceptación del primer técnico venezolano que dirige profesionalmente en nuestro país. El diario AS se lo planteó en una entrevista, y el propio Dudamel lo sorteó con inteligencia emocional más que franqueza: “No quiero que se tome como xenofobia, pero sí creo que hay gente que se resiste aún a que un técnico venezolano pueda estar en la U. Pero no tiene nada que ver con la nacionalidad, sino con la capacidad. Algunos vienen con esas frases de casete ‘allá se juega al béisbol’, concepto que es obsoleto”, explicó.

Y aunque en diversos medios, especialmente radios importantes, hubo palabras, gestos y actitudes ostensiblemente despectivas para el venezolano -como reirse de su exagerada elegancia en el vestuario u otras banalidades propias del divertimento reporteril al aire- el técnico no cayó en el peligroso juego de sentirse discriminado. “De xenofobia, cero. No he sentido en ningún momento de mi vida profesional y social algún tipo de xenofobia”, aseguró.

En ese contexto tan singular, el empate de ayer terminó siendo una anécdota apenas.Al fin, su balance acaso fue menos pobre que la de otros antecesores, pero mas allá de los futbolístico en el episodio se decanta ese peligroso menosprecio disfrazado por la sorna que acompañó su experiencia en un país -culturalmente tan diverso como el actual-, donde nos quedamos anclados a la añeja primacía que monopolizan argentinos y uruguayos en el mercado…

PORMENORES

10ª fecha torneo nacional. Árbitro: Felipe González. Estadio: Municipal de La Cisterna.

Palestino: Cristopher Toselli; Guillermo Soto, Cristián Suárez, Nicolás Berardo (Bruno Romo 46′), Vicente Fernández; Agustín Farías, Misael Dávila; Carlos Villanueva; Bruno Barticciotto (Fabián Ahumada 72′; César Cortés 84′), Juan Sánchez Sotelo, Jonathan Benítez. DT: José Luis Sierra.

Universidad de Chile: Fernando De Paul; Augusto Barrios, Osvaldo González, Ramón Arias, Marcelo Morales (José Ignacio Castro 78′); Mauricio Morales (Camilo Moya 72′), Gonzalo Espinoza; Brandón Cortés (Mario Sandoval 72′); Ángelo Henríquez (Thomas Rodríguez 65′), Joaquín Larrivey, Pablo Aranguíz. DT: Rafael Dudamel.