Pese a subir el rendimiento que ha exhibido gran parte de la temporada, los cruzados perdieron 3-2 ante el conjunto de Rio de Janeiro complicando así su lucha por pasar de ronda.
Por SERGIO GILBERT J. / Foto: REUTERS
Otro color. Otra textura. Derechamente, más ganas y compromiso es lo que ha mostrado Universidad Católica desde que el entrenador Cristian Paulucci dejó la banca cruzada.
No es pensar mal. Es, simplemente, una constatación porque ya en el partido frente a Colo Colo por el torneo local los universitarios se vieron más sueltos e incluso mejor que su rival en buena parte del encuentro.
Y pasó eso también ante Flamengo por la Copa Libertadores. Pero ni con los albos ni con los cariocas la UC pudo sumar victorias. Decidor.
Es que a veces, con las ganas no basta.
Frente a los brasileños, el DT interino de la UC, Rodrigo Valenzuela, repitió la fórmula y estrategia inicial mostrada ante los albos. Puso a Fuenzalida y a Cuevas como externos con la misión evidente de tapar la salida de los laterales rivales (en este caso, Isla y Luis Filipe) y construyó un mediocampo donde la salida limpia dejaba de lado la lucha y el raspado porque eso es lo que brindan jugadores como Gutiérrez, Leiva y Orellana.
La idea de la preminencia sólo se logró a medias porque la UC, cada vez que vio venir a Flamengo con sus trazos largos y llenos de intención, se mostró apremiada, urgida, desarticulada. Bruno Henrique, en su conexión permanente con Gabi, provocaba zozobras. Problema permanente y poco poder de destrucción el de la Católica.
Pero ojo que los cruzados, cuando tenían la pelota, lograban urdir. Y hasta incomodar.
La estrategia local, en resumen, no era mala. El problema es que la de Flamengo era mejor. O al menos, más efectiva.
Así, la victoria de los brasileños, en verdad, nunca estuvo en duda. El equipo dirigido por Paulo César, si bien se notaba incómodo por momentos, sabía que un buen contraataque podía ayudarlo a despejar toda sombra de dudas.
De hecho, así fue como Flamengo fue golpeando en los momentos justos.
La UC eso lo resintió. Orellana y sus enfrentamientos cara a cara con los volantes rivales no alcanzaron a ser suficientes como para dar vuelta la historia. Le faltó punch a la Católica.
A lo mejor, hasta más audacia y sentido de riesgo. Quién sabe. Lo concreto es que perdió 3-2 como local y dejó en duda su real opción de clasificar a la segunda ronda copera. (Quedó tercero con tres puntos en el grupo H, bajo Flamengo (9) y Talleres de Córdoba (6) y sobre Sporting Cristal (0)).
Tal vez, a la próxima, deberá agregar más enjundia a esas ganas que, al menos, ya está volviendo a mostrar.
PORMENORES:
Estadio San Carlos de Apoquindo.
Grupo H Copa Libertadores de América.
ÁRBITRO: José Argote (Venezuela).
U. CATÓLICA (2): S. Pérez; R. Rebolledo, T. Asta Buruaga, S. Galani, A. Parot; F. Gutiérrez (81’, D. Buonanotte), J. Leiva (71’, I. Saavedra); F. Orellana (90’ Y. Asad); J. P. Fuenzalida, F. Zampedri, C. Cuevas (81’, D, Valencia). DT: Rodrigo Valenzuela.
FLAMENGO (3); Santos; M. Isla, W. Arao, Pablo, Luis Filipe; J. Gomes (46’, Andreas), T. Maia; E, Ribeiro (64’, Marinho), G. De Arrascaeta (64’ Diego), B. Henrique (64’, Lazaro); Gabi (81’, Pedro). DT: Paulo Cesar.
GOLES: 7’ y 35’, Gabi (F), 13’, autogol de Isla (UC), 84’, Lazaro, y 93’, Buonanotte (UC).
T. AMARILLAS: W. Arao y Marinho (F), Galani y Ballesteros (UC).
TARJETA ROJA: A los 85’ fue expulsado Gutiérrez (UC) en la banca de suplentes.
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