30 de octubre 2025

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Agencia Xinhua


El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, promulgó este jueves la Ley 15.245/2025 que introduce cambios significativos en el marco jurídico brasileño para fortalecer la lucha contra el crimen organizado.

La medida, publicada en el Diario Oficial de la Unión, modifica el Código Penal y las leyes que regulan el combate a organizaciones criminales, al endurecer penas e incorporar nuevas figuras delictivas.

Entre los principales cambios, la ley establece que contratar a un integrante de alguna organización criminal para cometer un delito será castigado con uno a tres años de prisión, además de la pena correspondiente al delito cometido.

La reforma tipifica también la obstrucción de acciones contra el crimen organizado, incluidas conspiraciones para dificultar investigaciones o procesos con penas de cuatro a 12 años de reclusión. En los casos de obstrucción, los acusados deberán cumplir prisión provisional en cárceles federales de máxima seguridad, medida que busca impedir la continuidad de las operaciones delictivas desde el interior de las cárceles, una práctica habitual de gran alcance en grupos delictivos como el «Primer Comando de la Capital» o el «Comando Vermelho».

Otro punto relevante de la ley promulgada es la ampliación de la protección personal para jueces, fiscales, policías y otros agentes de seguridad pública, tanto en actividad como jubilados, así como a sus familiares, cuando se encuentren en situación de riesgo derivada del ejercicio de sus funciones.

De acuerdo con el Gobierno de Brasil, la ley responde a la necesidad de «proteger» al Estado frente a las estructuras criminales que desafían su autoridad y amenazan a quienes las combaten.

Lula da Silva argumentó respecto a la ley que su objetivo es garantizar condiciones para enfrentar al crimen organizado en todas sus dimensiones. Especialistas en derecho penal han advertido que la efectividad de la medida dependerá de su implementación en Brasil.

La promulgación de la norma ocurre en el marco de una gran conmoción social, luego de la operación policial y militar realizada el pasado 28 de octubre en las favelas o barrios populares de Alemao y Penha, en la ciudad de Río de Janeiro, con saldo provisional de al menos 121 muertos, así como más de un centenar de detenciones.