Sorprendió la noticia de que Marcelo Ríos dejará la tranquilidad de su vida en Sarasota, Florida, para dirigir al joven chino Juncheng Shang, un zurdo de 17 años que es profesional desde hace un año y que será 241 en el ranking tras conquistar el Challenger de Lexington.
Por SERGIO RIED
No pudo ser mejor el debut de Marcelo Ríos como coach, porque con escasos días de entrenamiento su pupilo chino Juncheng Shang conquistó el primer título de su incipiente carrera en suelo estadounidense.
Una historia que comenzó el 22 de julio cuando Ríos fue a la Academia de Nick Bolletieri, en Bradenton, Florida, cercana a su casa y le presentaron al joven Shang. Éste se mostró encantado de conocer a su ídolo, a quien admira desde su infancia y trata de emular en todo. «Él se identifica conmigo -declaró Ríos- porque juega igual que yo, aunque él es más alto (1,83 metros) y le pega más fuerte a la pelota. Lo vi entrenar con el junior número uno del mundo y le metió un 6-1, 6-1 y quedé tan impresionado con su juego y su parecido a mí como jugador, que de inmediato me despertó la idea de dirigirlo como profesional».
Con los muchos contactos que tiene Ríos en Bolletieri, donde vivió varios años, la oferta de ser su coach no tardó en llegar y Marcelo, luego de sopesar los pro y los contra de convertirse en entrenador, estuvo de acuerdo en estudiar la posibilidad de serlo a tiempo completo.
Se venía el Challenger 80 de Lexington, en Kentucky, y aprovechó los días que faltaban, para dirigirlo y darle algunos consejos, tales como que devolviera el saque pisando la línea de fondo y dando dos pasos al frente al golpear (como lo hacía el), algo insólito en una época en que los jugadores devuelven casi pegados a la lona de fondo de cancha. También lo hizo lanzar la pelota más alto en el saque y pegar, en algunas ocasiones, la derecha con más «lift», al estilo de Nadal.
«El hue… cacha altiro todo lo que le digo» -comentó el «Chino» de Vitacura sobre su homónimo de Beijing. Y fiel a su estilo y su particular lenguaje, agregó otros elogiosos epítetos sobre su prospecto de alumno. Paralelamente, le prometió sellar está relación e ir a verlo si llegaba a las semifinales de Lexington. El pupilo cumplió con creces, ya que llegó a la final y la ganó, derrotando a Emilio Gómez (121 ATP), hijo del gran Andrés Gómez, a quien derrotó 6-4 y 6-4. El coach quedó preso de su promesa y debió partir a Kentucky. Lo demás ya es historia, el alumno ganó el torneo y Ríos estuvo en la banca disfrutando su debut como entrenador.
Los dados están echados y la pregunta del millón surge en todos los rincones del mundo del tenis, sobre cuánto durará está relación tan sui géneris entre los dos chinos.
Sólo el tiempo lo dirá, aunque no se puede negar que partió de la mejor manera.
APERITIVO DEL MASTERS 1000 DE MONTREAL
Paralelamente al caso de los dos chinos, se disputaron los ATP 500 de Washington DC y el 250 de Los Cabos, México, que sirven de aperitivo para el Abierto de Canadá, que se disputa alternadamente en las ciudades de Montreal y Toronto y que este año le corresponde a la primera.
El de la capital de Estados Unidos tuvo un enemigo inesperado que hizo que varias jornadas se disputarán con graderías vacías por la ola de calor que azotó a la región. Este tradicional torneo, que reúne a varones y damas, tuvo, como de costumbre, una gran cantidad de jugadores locales, aunque los vencedores fueron, en varones, el australiano de origen griego y malayo, Nick Kyrgios (63 ATP), que levantó cinco puntos de partido en su match de semis contra Frances Tiafoe, para luego derrotar en la final de singles al sorprendente japonés Yoshihito Nishioka (93 ATP), 6-4 y 6-3, y más tarde disputar la final de dobles con su compañero Jack Sock.
En el carrousel de la WTA, el título fue para la rusa Ludmila Samsonova (60 WTA) que venció en la final a la veterana estona, de 37 años, Kala Kanepi (37 WTA), 4-6, 6-3 y 6-3.
Mientras, en el turístico balneario de Los Cabos, México, como se esperaba, el ganador fue el número uno del mundo Daniil Medvédev, que arrasó con el británico Cameron Norrie (12 ATP) en la final 7-5 y 6-0.
Ahora los ojos del tenis estarán puestos en el Masters 1000 de Montreal, donde, ausentes Djokovic, Nadal y Federer, asoman como favoritos Medvédev, Alcaraz, Tsitsipas y como ya se hace habitual, los italianos Berrrettini, Sinner y Musetti, el ruso Rublev, el noruego Ruud y el local Auger Aliassime.
Cerrando el fin de semana, una buena noticia para el tenis chileno: Matías Soto fue campeón del M25 de Portoviejo, Ecuador, ratificando que es una gran carta para el futuro de nuestro deporte.
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