26 de julio 2024

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El ex seleccionado chileno burló una y otra vez a la defensa de Católica y además convirtió un golazo que abrió el partido en favor de Melipilla, que se impuso con justicia 2-0. Los malos resultados y especialmente el bajo nivel internacional y ahora también en el plano local, multiplicaron los cuestionamientos al entrenador uruguayo que sumó su tercera derrota consecutiva.

Por MATÍAS ALCÁNTARA de El Ágora. / Foto: ANDRES PINA/PHOTOSPORT

Universidad Católica dejó pasar una gran oportunidad de sacudirse del mal presente, porque si vencía a Melipilla cualquier crítica podía ser atenuada al verse en el primer lugar de la tabla, recuperado el liderazgo en una competencia en la que arrancó mal, a diferencia de las últimas campañas donde estableció distancia en cada inicio de campeonato. Pero esta vez ocurrió todo lo contrario: perdió con claridad.

El equipo Potro esperó a Católica, cortándole los circuitos en cada avance. Y en esa labor Camargo y Lara obstaculizaron las salidas, generando frustación en Zampedri, por ejemplo, que no recibía balones con ventaja.

A estas alturas que los delanteros de la UC de Poyet sean poco asistidos se ha convertido en una verdadera tónica, porque este equipo no logra construir jugadas, no consigue romper líneas ni mucho menos dar el último pase con acierto. Melipilla ofreció el campo y entregó la pelota, pero Católica no supo generar espacios ni desdoblamientos de funciones.

Jhon Armijo seguramente tenía claro que esperando en campo propio, con disciplina para no perder las marcas y vértigo para aprovechar el campo abierto, podían complicar a una Católica que llegaba presionada por los malos resultados.

Luego de un primer tiempo parejo y con escasas ocasiones de gol, el desequilibrio llegó en el complemento, a partir de la inspiración de Vidangossy. En una jugada que comenzó con una desconcentración de Católica, Melipilla sirvió rápidamente una falta para aprovechar la habilidad de Mathias, que primero dejó desparramado a Atsa-Buruaga, y luego con otra finta sacó de acción a Aued, para definir de derecha con borde externo sobre la salida de Dituro (65`). Golazo.

Un tanto de desventaja significaba un obtáculo demasiado grande para la UC, que esta vez ni siquiera exhibió una mínima reacción. Poyet intentó cambiar la suerte con Valencia y Gutiérrez, pero la Católica solo generó peligro cuando ya era tarde, cuando perdía 2-0 luego de la conquista de Sosa (78`), nuevamente con una defensa que ofreció licencias.

Un disparo al palo de Puch -que al igual que Aued ingresó cuando el marcador aún estaba en blanco-, fue lo más peligroso de una Católica que vio como los últimos minutos se agotaban sin poder generar mayor riesgo.

La Católica no logra salir de una crisis que comenzó con un bajo nivel futbolistico seguida ahora de malos resultados con tres derrotas consecutivas. Y cuando la nube negra llega es muy difícil que se vaya por arte de magia. La UC necesariamente deberá volver al triunfo en sus próximos partidos (ante Nacional por la Libertadores y frente a La Calera por el certamen local), de lo contrario, la estadía de Poyet en la UC podría verse tempranamente interrumpida.

PORMENORES:

Estadio Nicolás Chahuán, de La Calera.

Árbitro: Julio Bascuñán.

Melipilla (2): Peranic; Barrera, Sanhueza, Haquin, Lauler; Camargo, Lara, Guerreño, Vidangossy (90′+2, Valdivia), Ortiz (62′, Zavala); Sosa. DT: Jhon Armijo

U. Católica (0): Dituro; Fuenzalida (80′, Rebolledo), Asta-Buruaga, Huerta, Cornejo; Núñez (67′, Gutiérrez), Saavedra (59′, Aued), Leiva; Lezcano (67′, Valencia), Zampedri, Montes (59′, Puch). DT: Gustavo Poyet.

Goles: 1-0: 65′, Vidangossy (MEL); 2.0: 78′, Sosa (MEL).

Tarjetas amarillas: Barrera, Lauler, Sosa y Sanhueza en (MEL); Saavedra, Zampedri, Puch, Gutiérrez y Rebolledo (UC).