22 de noviembre 2024

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Vía ©EnlaceJudío

Una mujer presentó con traje de baño en el Muro de los Lamentos este  domingo en una aparente protesta contra el deseo de un partido del gobierno de Benjamín Netanyahu de prohibir la vestimenta inmodesta en el lugar.

La mujer fue detenida por la policía y llevada a una comisaría cercana para ser interrogada. Podría enfrentar cargos de «ofensa a la religión», que conlleva una posible sentencia de hasta tres años de prisión.

La mujer, cuyo nombre no ha sido revelado, ingresó a la sección para mujeres del Muro de los Lamentos, donde se desvistió, permaneciendo en un traje de baño de dos piezas y calzado deportivo. Después de unos momentos, la policía llegó y la detuvo.

La policía dijo que era una residente del centro de Jerusalén de 35 años y fue detenida «bajo la sospecha de que se quitó la ropa deliberadamente en un lugar sagrado».

Según la ley israelí, la «ofensa a la religión» es un delito definido como alguien que «destruya, dañe o difame un lugar de culto o cualquier objeto considerado sagrado para un grupo de personas, con la intención de degradar la religión o con el conocimiento de que su acción sería vista como un insulto a la religión. Su castigo: tres años de prisión».

El rabino principal del Muro Occidental, Shmuel Rabinovitch, denunció sus acciones.

«Estamos horrorizados por el despreciable acto de provocación de esta mañana en la Plaza del Muro de los Lamentos, que profanó la santidad del sitio y ofendió profundamente al público y a los fieles», dijo Rabinovitch en un comunicado. «El Muro de los Lamentos es un sitio sagrado para todos los judíos y las judías. No es un lugar para disputas o provocaciones de ningún tipo».

Evidentemente, la mujer planeó su protesta con mucha anticipación. Aparentemente, el fotógrafo y activista Oren Ziv recibió un aviso sobre sus intenciones y la acompañó al Muro de los Lamentos, captando la escena a medida que se desarrollaba desde la plaza principal con un teleobjetivo.

El partido ultraortodoxo Shas reveló esta semana su plan para penalizar con 6 meses de prisión o una multa 2,900 dólares, vestir inmodestamente en el Muro de los Lamentos o rezar allí de una manera no reconocida por el Gran Rabinato.

La propuesta recibió duras críticas, incluso desde el interior del gobienro, y fue archivada rápidamente, aunque es probable que propuestas similares vuelvan a aparecer en el futuro.