Conducido por el genio del incombustible Luka Modric y sostenido en el arco por un fabuloso Dominik Livakovic, el conjunto europeo dejó fuera por penales a uno de los grandes favoritos al título. Corazón y fortaleza mental fueron las claves en uno de los mejores partidos de Qatar 2022.
Por SERGIO GILBERT J. / Foto: FIFA
Luka Modric tiene 37 años y hace un par de días dijo que, si alguien tenía una poción mágica para rejuvenecer, quería tenerla. Y es que el pequeño volante de Real Madrid se niega a ver cómo pasan los años porque el fútbol es, para él, el motor de su vida.
Pero Modric, en verdad, exageró. Porque, aunque sume hojas en el calendario su talento no se extingue. Al contrario, pareciera agigantarse, más aún cuando viste la llamativa camiseta de la selección de Croacia, esa que ha mostrado con orgullo en las últimas décadas.
Modric aún no tiene fecha de vencimiento. Sigue sumando historias y la que escribió ante Brasil en el Mundial de Qatar bien vale tenerla como tesoro. Porque pese a que no marcó, no tuvo una ocasión clara y hasta a veces perdió un pase, fue la figura esencial y consular en el partido de cuartos de la Copa del Mundo que dejó a Croacia instalado entre los cuatro mejores equipos y a los brasileños tirados en el piso, derrotados y expulsados del que muchos creían sería su Mundial.
Pero el capitán de los croatas no fue la única figura de su escuadra. También lo fue el portero Dominik Livakovic, responsable esencial para que el partido terminara 1-1 en los 120 minutos jugados (0-0 en los 90’) con los goles de Neymar para Brasil (105+1’) y Bruno Petkovic (117’).
Brasil intentó, pero no pudo. Lo tuvo a la mano y lo desperdició. Y hubo de apostar todo a la tanda de penales. Y ahí asomaron todos sus fantasmas. Rodrygo (atajó Livakovic) y Marquinhos (palo) perdieron sus lanzamientos (Pedro y Casemiro anotaron), lo que fue suficiente para darle a Croacia la clasificación que no erró ninguno de los cuatro penales que alcanzó a lanzar (los de Nikola Vlasic, Lovro Majer, Luka Modric y Mislav Orsic).
¿Justicia? Algunas preguntas ayudan a entender porqué el duelo terminó así, definido desde los 11 metros y con la victoria de los croatas.
-¿Pudo hacer algo más Brasil durante los 120 minutos?
Sin duda. Brasil fue incapaz en el primer tiempo de los 90 minutos de superar el ritmo de juego que impuso Croacia. El equipo europeo planteó bajar revoluciones y evitar quiebres.
-¿Se equivocó el DT Tite?
En parte sí, al hacer que Danilo, quien jugó teóricamente como lateral izquierdo, se juntara con Casemiro al medio de la cancha. Eso abrió una brecha por el sector derecho de los croatas que impidió a Brasil arriesgar más de la cuenta.
-¿Le faltó fuego ofensivo a los brasileños?
Sin duda y aunque Tite se dio cuenta del poco aporte que entregaron sus delanteros titulares (Raphinha, Richarlison y Vinicius Jr) y los cambió a los tres (entraron Antony, Pedro y Rodrygo) no le alcanzó para conseguir un alto grado de porcentaje de goles de acuerdo a las ocasiones creadas.
¿Croacia sólo se defendió?
Para nada. Mientras tuvo resto físico siempre intentó ir al frente, aunque le faltó tranquilidad. En el segundo tiempo, sí bajó la intención, pero denunció ambición con la entrada de Petkovic. Los croatas administraron sus fuerzas. No fueron defensivos.
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