Esta jornada, el partido Comunista informó su renuncia a presidir «por ahora» la Cámara de Diputadas y Diputados, luego de la polémica generada por el debilitamiento del apoyo a Karol Cariola para encabezar la testera.
«Por motivos ajenos a nuestra voluntad, hoy no están las condiciones para que un militante o una militante comunista asuma la presidencia de la cámara de Diputados y Diputadas», señaló la colectividad mediante un comunicado.
Asimismo, el partido asegura que se ha impuesto «un veto» que «no es sano para la convivencia política ni para la democracia de nuestro país».
Hay que recordar la existencia de un acuerdo administrativo -firmado por la Democracia Cristiana (DC) y el Partido de la Gente- que establecía que la presidencia sería asumida por Cariola el próximo 7 de noviembre tras la pactada renuncia de Raúl Soto (PPD).
Lo anterior no fue impedimento para que la DC retirara sus votos si es que el PC no retiraba la denuncia y los dichos en contra del ex director del Instituto Nacional de Derechos Humanos, Sergio Micco (quien es cercano a la colectividad de centro).
De hecho, el jefe de la bancada DC, Eric Aedo, reiteró este miércoles que «la bancada no va a concurrir con sus votos para ningún militante del partido Comunista mientras estos no marquen el desacuerdo con los fundamentos de la querella presentada contra Sergio Micco».
Desde el PDG, en tanto, pidieron libertad para dialogar con otros sectores políticos y así negociar la presidencia de algunas comisiones de la Cámara baja.
Es por esto que el partido Comunista señaló que se trata de «una compleja y difícil situación, ya que creemos que quienes no son capaces de sostener sus compromisos políticos, difícilmente cumplirán los compromisos con la ciudadanía». «Honrar la palabra es un fundamento de la política, que al no cumplirse somete a los partidos a descomposiciones y pérdida de la confianza entre militantes y ante la ciudadanía», agregan.
La falange también asegura no estar disponible «para que se use nuestro nombre, el de nuestro partido o que se denoste públicamente a alguna o alguno de nuestros militantes, como excusa para no cumplir la palabra», y por lo tanto renuncian por ahora a la «legítima opción» de presidir la testera.
«Llamamos a las fuerzas políticas a buscar los acuerdos que sean necesarios en aras de tener una mesa que contribuya al Gobierno y a su agenda de transformaciones tan necesarias para el pueblo de Chile y conquistada además legítimamente en las urnas por la vía de nuestra democracia», concluyen.
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