22 de noviembre 2024

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Pescadores artesanales pelágicos de la región del Biobío salieron a la calle en la jornada de ayer para demostrar su descontento con los mecanismos utilizados para determinar las cuotas anuales de sardina común y anchoveta a cargo de los comités científicos, acusando estudios deficientes por parte del Instituto de Fomento Pesquero, IFOP, nula injerencia de los Comités de Manejo y aplicación arbitraria de cuotas y levantamiento de vedas por parte la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura.

Y es que este año, como en últimos 8 años, la cuota de la sardina común viene a la baja, con un déficit cercano al 30%, traducidos en 72 mil toneladas de recurso menos para el 2021, lo que no augura un futuro muy prometedor para el sector, teniendo en cuenta que este año por efectos de la pandemia no se ha podido trabajar con normalidad, ni se ha podido paliar los efectos económicos con otras pesquerías anexas como albacora y el bacalao, por ejemplo.

Según manifestó, Cesar Jorquera, director de la Conapach y presidente de la A.G. Pescadores artesanales de San Vicente y de la Coordinadora Nacional de Armadores artesanales pelágicos, señaló que es la institucionalidad pesquera la que está fallando, debido a que se sigue realizando una administración que estimula el descarte, donde el Sernapesca abandona la certificación de las especies y el IFOP realiza sus estudios de biomasa fuera de tiempo, lo que da como resultado informes errados respecto de la disponibilidad de la especie en el mar.

Se suma a lo anterior, la nula injerencia de los Comités de Manejo (donde participan los pescadores artesanales) como ente asesor de las decisiones de la Subsecretaría de Pesca, disminución de estudios de sesgo en orilla por parte del IFOP y el decreto que levanta vedas en algunas regiones en pleno desove de las especies.

Según indicó el dirigente, la baja de la cuota de la sardina Común se suma a la nula ayuda que han recibido el sector pesquero artesanal producto de la pandemia, donde ni siquiera se ha proveído al sector de pack sanitarios para las caletas, lo que han tenido que conseguir de manera privada, además de que el sector no calificó para ninguno de los bonos, debido a que los pescadores no cotizan y trabajan con boletas no electrónicas.

Por su parte, Paula Reyes, directora de Conapach y presidenta de la Asociación Gremial de Armadores de Embarcaciones Menores de Coliumo, región del Biobío dijo que esta decisión de la subsecretaría, es un golpe de gracia a toda la flota pelágica, porque no sobrevivirán con esta cuota “miserable” que pretenden entregar para el 2021 y quedarán muchos pescadores de edad avanzada con sus embarcaciones varadas, ya que no será rentable salir a capturar.

Y agregó, “y qué hablar de otras pesquerías como la merluza común, que este año no se capturado la cuota porque el recurso se perdió de las costas, al igual que la jibia, lo que representa un oscuro panorama para el sector artesanal, que viven en caletas y sobrevienen de estos recursos y no hay calificado para los bonos por todas las exigencias que solicitan”.

De esta manera, los pescadores manifestaron que solicitan mantener las cuota de este año para el próximo, para lo cual seguirán alertas ante las respuestas del gobierno, puesto que son miles los puestos de trabajo que dependen de esta actividad y con ellos miles de familia que se están viendo profundamente perjudicadas por las malas decisiones del gobierno en materia pesquera.